Balears tiene 365 días para perfilar la que sin duda va a ser la delegación más nutrida de toda su historia en unos Juegos Olímpicos. La progresión de los jóvenes deportistas del archipiélago, unida a figuras ya consolidadas dentro del panorama internacional, da como resultado una potente delegación que entra contundentemente dentro de las opciones a medalla del equipo español.
A expensas de las pruebas clasificatorias para la cita de Atenas'2004, la nómina de baleares olímpicos se dispara a tenor de los resultados que han ido cosechando a lo largo y ancho del ciclo que está a punto de concluir. Si en Sydney eran siete los elegidos -Mar Sánchez, Marga Fullana, Miquel Alzamora, Joan Llaneras, Toni Tauler, «Pepote» Ballester y Ernesto Rodríguez-, a un año vista de la puesta de largo de la XXVIII Olimpiada, la cifra se dispara hasta casi veinte deportistas que aspiran plenamente a una plaza, cantidad que puede verse incrementada ostensiblemente si otros hasta ahora relegados a un segundo plano obtienen el ansiado pasaporte hacia el Olimpo.
Dos de los que no ofrecen discusión son los dos mallorquines que bañaron en diversos metales al ciclismo de la Isla. Joan Llaneras, campeón olímpico en puntuación, deberá defender su corona en el velódromo del complejo OAKA junto al seleccionador nacional de fondo en pista, ealgaidenc Toni Cerdà. En el otro extremo de la ya colapsada urbe, Marga Fullana buscará el oro que le arrebató Paola Pezzo en tierras australiana. Mejorar el bronce de Sydney en Parnitha es otra misión asequible para la de Sant Llorenç.