| Birmingham City | 0 |
| Real Mallorca | 0 |
MIQUEL ALZAMORA
El Mallorca saldó con un empate a cero su cuarto partido de preparación en tierras inglesas. Sin embargo, ayer, el equipo de Jaime Pacheco ofreció mejores sensaciones, aunque también evidenció los problemas de siempre: no se crean ocasiones de gol. El once balear se metió de lleno en el partido desde el primer minuto y tampoco tardó en darse cuenta de que el Birmingham, conjunto de la Premier, no se tomaba el encuentro como un simple amistoso.
Los rojillos presentaron unas credenciales mucho más acordes con los tiempos que corren en el fútbol inglés que no hace tres días en Bolton. Ayer el equipo estuvo mucho más agresivo e incluso tuvo dos opciones para adelantarse en el marcador. Etoo y Bruggink pueden ser una pareja letal en el fútbol español y ayer quedó demostrado, aunque falta mucho por hacer. Perera y el propio holandés tuvieron las ocasiones más claras de marcar en los minutos 3 y 9, pero en una la falta de acierto y en otra un defensa evitaron el gol.
La reacción del rival la protagonizó John Stern que mandó un balón al travesaño al cumplirse el cuarto de hora. Alberto tampoco estuvo parado y se lució ante un cabezazo certero de Horsfield. A nivel de oportunidades esto es lo que dio la primera parte. Futbolísticamente el Mallorca careció de un punto concreto y que debe solucionarse. Los de Pacheco no conectan el medio campo con la delantera y de ahí que cueste mucho trabajo el llegar a crear una ocasión de peligro.
El Birmingham estaba más entero físicamente y esto se nota a estas alturas de pretemporada. Su juego, vertical, duro y hasta en según qué momentos violento, fue frenado por un Mallorca que plantó cara, al margen de que luego a la hora de salir con la pelota controlada encontrara infinidad de problemas. Pacheco pedía desde el banquillo que se mantuvieran mejor las posiciones ya que en ciertos lances del encuentro se perdía el orden, de ahí que el Birmingham lograra encauzar alguna que otra jugada a la contra que en este primer tiempo no encontró, sin embargo, el camino del gol.
Nadal es importante en este equipo, también lo son Poli y Cortés. A partir de ahí se monta el equipo, pero también existe una pieza única e irrepetible, la de Ariel Ibagaza, que sigue lesionado y que ayer causó baja. En la reanudación el conjunto del Birmingham, liderado por Dugarry, gozó de tres acciones para adelantarse en el marcador, pero la falta de acierto ante Alberto lo evitó. A medida que pasaban los minutos el esfuerzo físico, el calor asfixiante y el sol de justicia pasó factura y los jugadores del Mallorca fueron de más a menos.
Pese a estar en Inglaterra ayer el la temperatura era la de Mallorca y las piernas empezaron a flaquear. El rival que lleva más de un mes trabajando estaba más fresco, pero aún así no encontraba con facilidad el camino del gol. El equipo balear intentaba profundizar, pero no podía y se limitó a defender su parcela y a no perder la pelota en el medio campo. Alberto, que en todo momento se le vio muy concentrado, sacó un balón de gol poco anes de la media hora de partido a disparo de Hupson resolviendo con acierto un error encadenado de su zaga. Al final empate a cero.