Miquel Vaquer, empresario mallorquín vinculado a la firma Oxidoc, ha sido el último en sumarse a la ampliación de capital en la que se encuentra inmerso el Real Mallorca desde el pasado mes de junio. Directivo de la SAD balear durante la etapa de Bartomeu Beltrán, Vaquer vuelve a estrechar lazos con la entidad, aunque su futura presencia en el consejo de Administración está en el aire. «Es algo que no me he planteado y tampoco pienso en ello; quiero que el club vuelva a estar en manos de mallorquines y por eso, al igual que otros, he dado un paso al frente».
El nombre de Miquel Vaquer aparece escrito en la lista junto al de Miquel Dalmau, Vicenç Grande y Bartomeu Cursach, otros tres personajes relevantes en el entramado empresarial de la Comunitat y en el propio entorno mallorquinista. «Tengo plena confianza en la gestión de Mateo Alemany, lleva mucho tiempo demostrando su capacidad de gestión. Para el club es fundamental recuperar el equilibrio económico y eso pasa por seguir durante muchos años en Primera División; ese debe ser el objetivo, independientemente de la política en materia de fichajes. Si alguna vez ocurre lo de este año con la Copa del Rey, fantástico, pero el gran objetivo pasa por seguir en la máxima categoría».
La irrupción de Miquel Vaquer se produce en la recta final de un proceso en el que los plazos se han ido alargando. El club confía zanjar el asunto esta misma semana. Al margen del conocido tratado de intenciones de Dalmau, Grande, Cursach y el propio Vaquer, que participarán activamente en la ampliación de capital, el Mallorca también debe recibir una importante inyección económica de los hoteleros, aunque ésta se producirá a través de aportaciones a la Fundació Reial Mallorca y no mediante la compra de acciones. Esta circunstancia podría alterar los planes iniciales de Mateo Alemany y su equipo de trabajo, que en su momento cifraron la suscripción accionarial reservada a grandes grupos empresariales en unos 24 millones de euros. La familia Asensio debía mantener un paquete simbólico (20 por ciento) y ceder de esta manera el control del club.