El Mallorca ha recurrido a Jaume Matas para que intente convencer a los hoteleros de la Isla de que intervengan en la ampliación de capital que necesita la entidad para subsistir. El club esperaba que en la reunión que ayer mantuvo el president del Govern balear con empresarios vinculados al sector apareciera un compromiso de entrar en el accionariado de la SAD balear, y para los próximos días (entre hoy y mañana) confía en tener una respuesta definitiva. En caso de que los hoteleros mallorquines rechazasen formar parte de la ampliación, el Mallorca se abriría al capital nacional y extranjero. En este sentido, un empresario catalán se ha dirigido al club a través de intermediarios para interesarse por el precio de las acciones.
En los despachos de Son Moix se ha instalado un cierto pesimismo, porque el tiempo avanza y los hoteleros siguen sin definirse. La entidad ha conversado con los principales representantes del sector, pero todavía no ha recibido ninguna contestación, por lo que ha decidido pedir el apoyo del Govern. Jaume Matas se ha comprometido a mediar entre el Mallorca y los hoteleros para que el club pase a ser de propiedad isleña, pero está por ver si logrará convencerles para que inviertan en el equipo bermellón.
Los gestores de Son Moix tienen ahora muchos temores, porque si la ampliación no se cubre las urgencias económicas serán mayúsculas y el club se verá obligado a vender a gran parte de la plantilla a bajo precio. Fuentes de la entidad han reconocido a este diario que si se tiene que abrir la ampliación a capital foráneo, no se esperará a conocer el nombre del nuevo consejo de administración y se actuará. Otro de los problemas estriba en conocer el futuro del Mallorca si acaba siendo de propiedad peninsular; ayer circulaba el rumor de que empresarios de Alicante están muy interesados en adquirir un club de fútbol de primer orden y trasladarlo a la ciudad, tal y como ha sucedido con el Toledo.