Pedro Prieto|ELCHE
A media mañana de ayer, las aficiones de ambos equipos se dejaron
notar en las calles de Elche. Probablemente más numerosa la
mallorquinista, le cantaba a la onubense aquello de «la mirarás
pero no la tocarás», mientras que ésta no decía nada. Aunque a
priori lo tenían difícil, al menos ése era el sentir de la mayoría,
«en fútbol todo se puede dar. Así que a medianoche hablaremos», nos
decía uno que portaba un estandarte con los colores del Recreativo.
A mediodía, invitados por Etoo, los malloquinistas saboreamos una
rica paella, condimentada allí mismo, bajo un sol de justicia y a
pocos metros del estadio. La organización del acto, simplemente
excelente.
RCD Mallorca
La afición devoró una paella gigante a la salud de Samuel Etoo