El Consejo de Administración del Real Mallorca aprobó ayer solicitar a la Junta General de Accionistas la realización de una ampliación de capital que permita «la entrada en el club de la sociedad mallorquina», algo que va a originar que el Grupo Zeta deje de tener el control mayoritario de las acciones de la SAD balear. La ampliación de capital, que no ha sido cuantificada «hasta que todos los datos y cifras estén claros» y que el club espera tener resuelta «en un mes» -según explicó Alemany- será privada y está enfocada a grandes inversores, y tiene la intención de que «el club vuelva a manos de empresarios mallorquines».
En un comunicado de prensa, la propiedad destaca que esta operación «pretende, por encima de todo, consolidar al RCD Mallorca entre la elite del fútbol en línea con el esfuerzo realizado en los últimos años». El Consejo de Administración explica que ha elegido esta vía «como la más idónea rechazando otras opciones especulativas de venta». Asensio Mosbah manifiesta su intención de seguir vinculado a la entidad como accionista minoritario «como reconocimiento póstumo a su padre y también por el sentimiento de afecto y admiración que siente por el club».
Mateu Alemany dijo ayer que «espera» que se pueda cubrir la ampliación de capital porque «hay gente con un potencial importante que ahora podrá invertir. Debemos hablar con el capital mallorquín, con empresarios..., porque queremos que el dinero sea de aquí». Sobre su continuidad en el cargo aseguró que «dependerá del nuevo consejo y de la nueva propiedad», y sobre los plazos establecidos para realizar la ampliación, el presidente del Mallorca significó que «esperemos que sea un proceso corto, que se resuelva en un mes. Pensamos que sería ideal para que el nuevo comprador tenga alguna capacidad de maniobra».