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Motociclismo

Le Mans habla español

Dani Pedrosa, Toni Elías y Sete Gibernau suben a lo más alto del cajón en sus respectivas cilindradas y firman un triplete histórico

Juan Antonio Lladós|LE MANS
Los pilotos españoles consiguieron tres victorias en las tres cilindradas del Gran Premio de Francia de motociclismo y que actualmente componen el campeonato del mundo para completar un día histórico en Le Mans. Nunca antes se había producido esta circunstancia ya que el último triple de pilotos españoles data del 28 de agosto de 1988, cuando Jorge Martínez Aspar (Derbi) ganó en 80 y 125 cc y Juan Garriga (Yamaha), en 250, en la prueba disputada en el circuito checo de Brno, pero en ningún caso se produjo esa circunstancia con la categoría reina del mundial de motociclismo incluida en estas estadísticas.

Después de unos entrenamientos no demasiado esclarecedores, la situación se disipó bastante en la jornada de carreras, pues la victoria de Daniel Pedrosa (Movistar Honda) resultó inapelable, en tanto que Toni Elías (Movistar Aprilia) encontró un difícil rival en el local Randy de Puniet (Aprilia), que buscaba el primer triunfo de su carrera deportiva y además ante su afición, y Sete Gibernau tuvo que centrar todo su esfuerzo en doblegar nada menos que a Valentino Rossi en una última vuelta sencillamente impresionante.

Daniel Pedrosa fue quien más claro lo tuvo. Demostró una superioridad respecto a sus rivales incuestionable y ya en la segunda vuelta era el encargado de marcar el ritmo, un ritmo que ningún otro piloto pudo secundar y que a la postre le permitió subir a lo más alto del podio con casi tres segundos de adelanto sobre el veterano piloto italiano Lucio Cecchinello (Aprilia).

El «efecto secundario» de esa victoria de Pedrosa fue la recuperación del liderato en la tabla de puntos del Mundial, que ahora vuelve a encabezar con cinco puntos de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, el propio Cecchinello, mientras que el hasta ayer líder, el alemán Steve Jenkner (Aprilia), falló estrepitosamente en su primera defensa al concluir octavo la prueba y no mostrar nunca la más mínima posibilidad de luchar por el triunfo. Jorge Lorenzo se fue por los suelos en los primeros compases y no pudo redondear un fin de semana excepcional para el joven piloto mallorquín del Caja Madrid Derbi Racing Team.

La situación resultó algo más tormentosa para Antonio «Toni» Elías, pues su Movistar Aprilia le dio más de un quebradero de cabeza a lo largo del fin de semana francés, pero todo eso quedó aparcado en el momento que se apagó el semáforo en el circuito francés y el de Manresa dio muestras desde el primer momento de ser capaz de aspirar al triunfo.

Lideró la prueba en las tres primeras vueltas, hasta que fue superado por el francés Randy de Puniet (Aprilia), quien probablemente tenía un acicate especial en el hecho de disputar el gran premio ante sus paisanos y le dejó hacer, pero ambos acabaron marchándose de todos sus rivales.

Cuando la situación estuvo «madura», Toni Elías superó sin demasiados problemas a De Puniet y también con cierta facilidad abrió un hueco que le encaminó decididamente hacia su segunda victoria del año y, lo que es más importante, con la caída del sanmarinense Manuel Poggiali (Aprilia), quien se comportó como un auténtico «membrillo» al colarse en una frenada y embestir por detrás al argentino Sebastián Porto (Movistar Honda), con el resultado de que ambos acabaron fuera de carrera, se acerca a sólo cinco puntos del liderato del mundial.

Con Elías vencedor incuestionable, el madrileño «Fonsi» González Nieto (Movistar Aprilia), pudo redondear la jornada para su equipo y además recuperar buena parte de la moral perdida, pero tuvo un fallo clamoroso en la última vuelta que le dejó la puerta abierta a su rival Roberto Rolfo.

El piloto de Honda no falló y superó en ese momento con claridad a «Fonsi» para hacerse con la tercera plaza y con ello propietario del último peldaño del podio.

Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. Valentino Rossi (Honda RC 211 V) iba camino de su tercera victoria de la temporada de cuatro posibles, pero la lluvia y Sete Gibernau truncaron tal posibilidad con el nuevo reglamento en la mano.

Al no existir diferencias horarias acumulables cuando la carrera tiene que ser detenida por la lluvia, Rossi, que era líder incuestionable en la primera parte de la carrera, se encontró con serias dificultades ante Alex Barros y el piloto de la Movistar Honda RC 211 V en la segunda.

Rossi y Sete fueron los más avispados, junto con Barros, en la elección de los neumáticos para las trece vueltas que quedaban por disputarse y en la última de ellas ambos sacaron su garra a relucir, pero el español se mostró mucho más ambicioso que su rival y cerró un fin de semana histórico para el motociclismo español, que reivindicó un papel estelar en uno de los trazados con más historia y solera del panorama mundial.

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