La propiedad del Real Mallorca, encabezada por el máximo accionista Asensio Mosbah, y la entidad de Son Moix, con el presidente Mateu Alemany al frente, están de acuerdo en renovar a Gregorio Manzano con vistas a la próxima temporada. Tanto Mosbah como Alemany saben que el preparador de Jaén es la persona mejor indicada para continuar en el banquillo de Son Moix y ante la avalancha de posibilidades que el mercado nacional ofrece al ahora preparador del Mallorca, la cúpula del Zeta y también del club, han realizado los primeros contactos con el técnico para transmitirle, primero, el deseo de renovarle el contrato y segundo, que a partir de ahora se intentará idear un plan de trabajo que permita, en un tiempo más o menos corto, conocer qué jugadores van a ser traspasados y qué posibilidades hay de fichar con vistas al próximo año.
Sin embargo, llegar a definir incluso un primer boceto de equipo para la campaña 2003/2004 es muy difícil por muchos y variados motivos, ya que el mercado está parado y nadie está dispuesto a pagar grandes cantidades, por muy buenos que sean los futbolistas. Esta situación motiva un claro estado de indefinición con vistas al más inmediato futuro y el club, consciente de esto, intenta ganar tiempo y evitar de esta forma que el entrenador pueda descartar seguir en la Isla ante la falta de noticias con vistas al proyecto de la próxima campaña.
Los primeros pasos para intentar que el preparador andaluz siga en Palma están dados ya que tanto Mateu Alemany como Asensio Mosbah han movido ficha, pero tardará mucho en sellarse el acuerdo final, en caso de que finalmente se concrete la renovación. La posibilidad de jugar en Europa es otro de los puntos a los que se ambas partes le dan una importancia capital ya que con la UEFA en juego, el esfuerzo se duplica o triplica en todos los sentidos y ahí si que no cabe arrancar con una plantilla debilitada, ya que el último ejemplo que tiene el Mallorca de alternar competiciones nacionales con europeas, dejó bien a las claras la necesidad de reforzar con mucho criterio al equipo y no dejar lugar ni a la improvisación ni tampoco a la suerte de no tener lesionados.