Juan A. Lladós|WELKOM
El español Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) ganó su primer
gran premio en condiciones de seco en el circuito de Welkom
(Suráfrica), en el que también logró la «pole position» de MotoGP
para brindar su victoria al fallecido Daijiro Kato mientras recibía
la escolta del italiano Valentino Rossi en las vueltas finales.
No se puede entender de otra manera, pues después de lo accidentada que resultó la carrera y la lucha que protagonizó Rossi primero para pasar al australiano Bayliss y luego para hacer lo propio con su compatriota Max Biaggi llegar con cierta facilidad hasta Sete Gibernau, cuando lo logró se quedó clavado detrás de él.
Había rodado, a cinco vueltas del final, casi un segundo más rápido que Sete y llegó a cazarlo a dos vueltas del final, pero ahí se quedó y eso no se puede considerar más que el homenaje de dos ganadores al compañero fallecido.
La carrera de MotoGP resultó de lo más accidentada. En la vuelta de calentamiento el motor de la Suzuki de Roberts se rompió y tuvieron que retrasar la salida durante media hora para poder limpiar la pista.
Ya en la salida el japonés Shinya Nakano (Yamaha M 1) se quedó clavado, el estadounidense Colin Edwards (Aprilia RS Cube) y el británico Jeremy McWilliams (Proton KR 3) se cayeron y no pudieron continuar, el italiano Loris Capirossi (Ducati Desmosedici) se salió de la pista y pudo seguir, lo mismo que el japonés Noriyuki Haga, aunque en su caso se cayó y pudo regresar a la pista último, pero ambos acabaron entrando en boxes.
El sanmarinense Manuel Poggiali (Aprilia) sumó su segunda victoria consecutiva labrada a fuego y en dura pugna con el francés Randy de Puniet (Aprilia), quien mantuvo el tipo hasta el último momento, mientras que el actual subcampeón, el español Alfonso «Fonsi» González Nieto (Movistar Aprilia) aguantó unas vueltas pero luego no pudo mantener el ritmo al perder adherencia con el neumático delantero a partir del décimo giro.
Poggiali no hizo una buena salida, pero tampoco le hizo falta, no fue la gran remontada desde muy atrás que protagonizase en Japón hace quince días, pero el resultado final fue el mismo, el triunfo en la carrera.
En la sexta vuelta el sanmarinense se instaló en el liderato y desde ahí hasta el final nadie le pudo volver a superar. La victoria le consolidad en el liderato y abre una brecha importante de puntos respecto a sus más inmediatos rivales.
El japonés Youichi Ui (Aprilia) dominó toda la carrera de 125, pero en la última vuelta tuvo que sucumbir, como el resto de rivales, al empuje del español Daniel Pedrosa (Movistar Honda), que en el giro final pasó desde la cuarta hasta la primera posición y la defendió hasta la bajada de la bandera de cuadros.
Hubo un grupo de hasta seis pilotos luchando por la victoria en la más pequeña de las cilindradas, como siempre, pero esta vez la lucha y los adelantamientos no se produjeron hasta el último giro, pues en las primeras 23 vueltas Ui marcó el ritmo y el resto prácticamente le siguieron en fila india.
La última vuelta, como siempre, fue de infarto, pero ganó el que más garra y agresividad le puso.
Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) aseguró tras conseguir la segunda victoria de su carrera deportiva y la primera con el asfalto en seco que no tenía palabras para expresar lo que sentía en esos momentos.
«Nos ha tocado vivir en el equipo y a todos en general una auténtica tragedia y después de superar estos malos momentos no podía hacerlo de otra manera que intentando en la pista rendir a Daijiro Kato nuestro más sincero homenaje, tanto con la 'pole' como con la victoria y así ha sido», explicó casi con lágrimas en los ojos Sete Gibernau.