Desde que Samuel Etoo diera otra lección de sinceridad tras un sesión preparatoria del Mallorca, no ha dejado de sonreír. Dijo el africano que hacía tres meses que no marcaba ni en los entrenamientos, y a partir de ahí su facilidad para ver puerta ha sido extraordinaria. Logró dos dianas ante el Racing de Santander que le sirvieron a los baleares para rescatar un partido imposible, y ayer volvió a resultar determinante. El atacante camerunés recibió un servicio preciso de Ibagaza, se orientó el balón en el control, y batió a Pepe Reina en su salida. El tanto le ha servido a los de Manzano para sumar el tercer empate consecutivo lejos de Ciutat, y para atrapar un punto que le sella en la zona media de la clasificación.
Sin ser un goleador, Etoo ya ha sumado ocho goles en Liga esta temporada y su cuota de participación crece a medida que avanza el campeonato. El delantero mallorquinista se ha reivindicado y la vuelta al equipo de Ibagaza le ha dado otra dimensión. Sus combinaciones al borde del área con el argentino fueron lo mejor en Villarreal, y su certero remate en el minuto 42 devolvió al partido a los rojillos, groguis tras el cabezazo de Martín Palermo.
Etoo, uno de los principales iconos del mallorquinismo de la última década, llevaba casi tres meses sin marcar en Liga -lo había hecho en la Copa del Rey, ante el Real Madrid- y sus números casi registraban déficit. El camerunés reconocía que los viajes con su selección estaba minando su estado físico, y el agotamiento le estaba pasando factura. Ahora, y después de que el Mallorca haya certificado su ingreso en la final de la Copa del Rey y de que sólo juegue los domingos, ha vuelto a aparecer el mejor Samuel Etoo.