Joana Maria Petrus ya es historia en la direcció general d'Esports, aunque la pintura de su gestión sigue fresca. Abierto todavía el contencioso con Antonio Borrás del Barrio, el presidente de la Federación más poderosa de la Comunitat, la política menorquina puede jactarse de haber sentado las bases del proyecto deportivo más ambicioso al que se ha dado cobijo durante los últimos años: el Centro de Tecnificación de la Platja de Palma. El legado de Petrus es excelso, aunque es probable que dentro de unos años se la recuerde por el asunto de Antoni Vallori -ex presidente de la Balear de ciclismo condenado por un delito de fraude; la eliminación del derecho de retención en las categorías de formación; la resolución del eterno contencioso que han mantenido el Sporting Mahonés y la Unión Deportiva Mahón y el propio ausunto de Antonio Borrás del Barrio, cuya inhabilitación ha quedado en suspenso tras una solicitud de recusación contra los miembros del Comité Balear de Disciplina.
«Es fácil suponer que la inhabilitación del presidente de la FTBF es un hecho porque ha incumplido una resolución del propio Comité de Disciplina y eso está tipificado como falta muy grave. Durante el mes de septiembre del año pasado se abrió una vía de negociación y remitimos un escrito a la Balear de fútbol, pero nunca obtuvimos una respuesta», significó la política d'Esquerra Unida durante el balance a sus cuatro años de estancia al frente de la direcció general d'Esports. Petrus, que compareció acompañada por la consellera Fernanda Caro, subrayó en su repaso que «estoy satisfecha con el trabajo que hemos desarrollado, aunque está claro que nos han quedado algunas cosas en el aire, como la nueva ley del deporte. Está lista, pero falta aprobarla en el Parlament. No nos ha dado tiempo, aunque es algo que hace falta porque la actual necesita diversas modificaciones porque tiene muchas limitaciones».
Petrus, que evitó polemizar con Antonio Borrás del Barrio, aseguró que su procedencia -el mundo universitario- le ha concedido «la virtud de no estar viciada y no tener ningún prejuicio. He tenido que aprender muchas cosas, aunque la verdad es que ha sido un placer y una experiencia que repetiría sin pensarlo dos veces. He recibido más de lo que he dado; he conocido a mucha gente y comparo estos cuatro años a un gran máster».