Etoo se echaba las manos a la cabeza, tendido en el suelo mientras Lemmens pateaba el balón hacia el campo del Mallorca. El partido agonizaba y el camerunés había recibido un servicio en profundidad de Ibagaza; miraba a la cara del portero belga, que le acababa rebañando el balón en su estirada y abortando la opción que tenía el africano de reventar definitivamente el encuentro. Poco antes, Etoo se había encargado con sus goles de meter a los baleares en la cita, que se había empinado en el primer tiempo.
«Hace tres meses que no marco ni en los entrenamientos», ironizó el delantero mallorquinista durante la semana, después de ser interrogado por sus pobres números en ataque en las últimas semanas. Parece como si Samuel Etoo, uno de los principales iconos del mallorquinismo, hubiera marcado en rojo el partido ante el Racing, y tras el descanso se dio un festín, incompleto por sus dudas ante Lemmens en el uno contra uno. El camerunés limó la distancia (1-3 acabó el primer tiempo) tras aprovechar un balón rebotado en el poste después de un escorzo de Poli; fusiló a placer al cancerbero racinguista y su diana alimentó el sueño de lograr la remontada. Poco después, Turu Flores saltó a por un balón que llegaba en diagonal, de derecha a izquierda. El atacante argentino ganó la acción por alto a la defensa y sirvió para que Etoo rematara con el interior de su pie a la red.
El Mallorca ha recuperado al africano para su fútbol de vanguardia y eso es un alivio. Sus goles fueron determinantes en la Copa, por ejemplo, ante el Real Madrid, y lo deberán ser también en Liga. Ya acumula seis tantos en el torneo.
Con todo, y a pesar de que el empate ante el Racing parece poca cosa, el Mallorca amontona otra jornada sin perder. Los de Manzano han encadenado cinco encuentros sin conocer la derrota, desde que perdieran en Montjuïc. Desde entonces, todo ha sido sumar. El 9 de marzo los goles de Pandiani y Lozano le dieron el triunfo a los isleños ante el Betis (2-1); Siete días más tarde, los mallorquines arrancaban un punto en Pamplona. El 23 de marzo, dos goles tras el descanso le permitieron al Mallorca superar al Valladolid. Aferrado a la media inglesa, el equipo insular empató en su viaje a Vitoria, que sirvió para dar otro paso al frente.