Damián Seguí ha devuelto la ilusión al voleibol balear. El empresario mallorquín ha revolucionado en tan sólo dos días el deporte isleño. Acostumbrado a ganar, quiere romper con la tendencia de los últimos años y ha diseñado un proyecto muy ambicioso con jugadores del máximo nivel. Por la cabeza de Damián Seguí todavía se mueven los recuerdos de un Son Moix lleno disfrutando del mejor voleibol. Su pasión por este deporte no le ha permitido mantenerse al margen del proyecto de Ricardo Ramos -presidente del Festival Park de Superliga Masculina- y ha aceptado cierto protagonismo para la próxima temporada. Asegura que «el club ya tiene presidente» y simplemente quiere ser el delegado del equipo para poder estar cerca de los jugadores.
Su proyecto es sumamente ambicioso. Quiere un equipo que dispute la liguilla por el título con aspiraciones de victoria, que participe en la Copa del Rey con cartel de favorito y que al curso siguiente esté en competición europea. Ramos y Seguí pretenden que Jesús Sánchez Jover sea el entrenador (sólo el entrenador) del equipo. Ya han firmado al argentino Jorge Elgueta y en las próximas horas pretenden tener los contratos de Juan Carlos Vega, Juan Colom, José Luis Molto y Pochop. El líbero argentino Alexis González y Falasca también están muy cerca y esperan noticias de Gustavo Saucedo.
Sin duda Rafael Pascual sería la guinda para este equipo de lujo, pero en principio las pretensiones económicas alejan el considerado mejor jugador español de todos los tiempos. A Damián Seguí y Rafael Pascual les une una gran amistad por lo que no se puede descartar la presencia del madrileño con pasado mallorquín.