Ricardo Molinelli
El duelo publicitario entre los jugadores del Real Madrid y del
Manchester United se resolvió parcialmente en el césped del estadio
Santiago Bernabéu, con idéntico resultado al que mantuvieron
Roberto Carlos y David Beckham, es decir, favorable a los
madridistas.
Giggs-Salgado, Keane-Zidane, Figo-Neville y Beckham-Roberto Carlos eran algunos de los duelos más esperados, sin contar con los de Van Nistelrooy con toda la defensa madridista, y los de Raúl y Ronaldo con la línea de cobertura del Manchester.
Desde los tiempos de John Wayne no había tantas y tan grandes estrellas en la misma película. Todo el «glamour» del mundo del fútbol, o casi todo, se había citado en el Bernabéu. Y la verdad es que nadie quedó defraudado después de ver los noventa minutos de juego, no se podía pedir menos dada la constelación de estrellas que se habían reunido en unos pocos metros cuadrados de alfombra verde.
Hubo mucha igualdad en los duelos, aunque también algunos vencedores claros: Figo, Raúl, Zidane, Roberto Carlos y Van Nistelrooy. También hubo perdedores: Barthez, la defensa inglesa y Ronaldo, que fue silbado en algunas fases y es que el brasileño se empeña en querer terminar las jugadas en solitario cuando a veces tiene un compañero mejor situado. Y es que el brasileño no termina de encadilar al aficionado del Bernabéu, aunque todo llegará pues su clase no tiene peor.
Beckham hizo el canto del cisne. Fue el primero en avisar en el lanzamiento de una falta, pero se quedó en eso. Roberto Carlos se despojó del «babero» de la barbería y la máxima estrella «glamorousa» no volvió a aparecer. Todo lo contrario que Figo, que espoleado por los rumores de fichaje del inglés, marcó un gol de auténtico cine, de esos que dejan con la boca abierta a todo los espectadores.
En todo «Western» que se precie tiene que haber un pistolero y Raúl asumió el papel a la perfección. Fino y rápido de gatillo, firmó dos goles, el segundo y el tercero, sin que al Manchester United le diera tiempo a desenfundar.
Como todos los éxitos cinematográficos, habrá una segunda parte dentro de quince días en Old Trafford. Un nuevo duelo en el que Neville y Scholes no participarán y en el que Beckham tendrá otra oportunidad de resarcirse, porque su papel en Madrid fue bastante mediocre y lejos de lo esperado de un jugador de su «glamour».
Pero lo que Old Trafford será, sin duda, otra película llena de estrellas, en la que habrá nuevos duelos de anuncio, pero de lo que ocurre en ella habrá que esperar quince días, aunque la espera merece la pena. La película sigue en cartelera con fecha y día de caducidad, esperemos que sea igual de interesante que la primera parte.