Xisco Cruz|VITORIA
La plantilla, cuerpo técnico y directivos del Real Mallorca se
tuvieron que desplazar ayer en taxi para cubrir el trayecto entre
el aeropuerto de Sondika y Vitoria, debido a la huelga del
transporte discrecional que afecta a la ciudad de Bilbao. El club
balear tuvo que recurrir a ocho taxis y un par de furgonetas -para
trasladar el material- después de aterrizar en el aeródromo
vizcaíno, ya que el servicio de autocares estaba suspendido. Los
jugadores mallorquinistas se repartieron en los distintos vehículos
y viajaron por autovía hasta el hotel Canciller Ayala de la capital
alavesa, donde ha quedado concentrado el conjunto bermellón.
La entidad mallorquina ya conocía la huelga de autobuses que afectaba a Bilbao, por lo que ya había concertado el alquiler de los taxis que desplazaron al equipo, tal y como sucederá en el regreso de la expedición a Bilbao después del encuentro.
La imagen en el aeropuerto de Sondika fue esperpéntica, con los futbolistas entrando en los coches por separado para viajar hasta Vitoria, y con los pocos aficionados que fueron a cazar algún autógrafo impresionados. El trayecto hasta Àlava discurrió con normalidad.