Elena Gómez regresó a la competición de la mejor manera posible. Volvió a coronarse como la mejor gimnasta en la modalidad de suelo en la prueba de la Copa del Mundo celebrada en París y ayer, a pesar del cansacio acumulado por la competición y el viaje, no podía esconder su alegría. La gimnasta de Manacor aseguraba sentirse «muy contenta» y declaraba que «no siento ninguna presión». La dedicatoria del nuevo oro es para los suyos: «para mi familia y mis entrenadores».
Veinticuatro horas después de subir a lo más alto en el podio de París, Elena Gómez regresaba a la sala del Centro de Alto Rendimiento de Madrid para continuar entrenando. El próximo fin de semana volverá a competir en Cottbus (Alemania) pero aseguró sentirse «muy contenta. El objetivo en París no era la victoria porque era la primera competición en la que participaba desde el Mundial de Hungría y siempre que estás tanto tiempo sin competir puede pasar cualquier cosa».
La jornada final en la prueba francesa de la Copa del Mundo comenzó de forma negativa. «Antes de empezar en suelo estaba nerviosa porque por la mañana me había ido mal en la barra. Tenía un par de elementos nuevos en el ejercicio que no había probado en ninguna competición y no salieron bien. La barra me gusta pero es una modalidad muy difícil porque si cometes un pequeño fallo te caes».
Sin embargo las cosas dieron un vuelco de ciento ochenta grados en suelo. «Cuando estaba calentando me olvidé y las cosas salieron bastante bien. Me dieron un 9.525 pero fue muy similar al ejercicio de Debrecen. La nota va en función de las jueces y pienso que en París no han sido tan severas como en el Mundial».
Elena Gómez dice no haber notado ningún tipo de presión en la cita parisina. La gimnasta de Manacor asegura que «no me importan mucho los resultados anteriores ni futuros. Sé que hay mucha más gente que está pendiente de lo que hago, pero no me siento presionada. Estoy contenta con lo que he conseguido hasta el momento y no quiero presionarme de ninguna manera para las próximas competiciones».
En paralelas la deportista mallorquina también acusó la novedad de su ejercicio en la competición. «Casi todo era nuevo y también fallé en la salida, pero lo importante era coger experiencia. La próxima semana lo volveré a intentar en Alemania».
La campeona del mundo en suelo volvió a acordarse de las mismas personas cuando ganó la medalla de oro en París. «Quiero dedicarles este triunfo a mi familia y a mis entrenadores, que siempre han confiado en mí» manifestó.
Elena Gómez, que compitió con las mejores especialistas en esta Copa del Mundo de París, le ha demostrado al mundo que su medalla de oro en Debrecen no fue fruto de la casualidad y que está en condiciones de seguir protagonizando éxitos para el deporte balear. La próxima semana vuelve a competir aunque «el objetivo es el Campeonato del Mundo de agosto».