Albert Orfila/Efe
La Española de Fútbol (RFEF) emplazó al lunes la decisión de fijar
la sede de la final de la Copa del Rey, a pesar de que se preveía
que se iba a determinar ayer en la reunión de la Junta Directiva en
Pamplona. La RFEF no adoptará esta decisión hasta debatir las
posibles sedes, con sus ventajas e inconvenientes, con Mateu
Alemany y Francisco Mendoza; el presidente del Mallorca, al igual
que su homólogo del Recreativo, ha sido citado para el próximo día
17 en Madrid.
El mandatario de la RFEF, Angel María Villar, otorgó oficialidad a este encuentro entre los máximos responsables de los dos finalistas al término de la reunión de la Española celebrada ayer en Pamplona, en atención a la petición de José Luis Díez, presidente de la Federación Navarra de Fútbol, con motivo del 75 aniversario de la territorial. Villar pretende que el escenario de la final surja del consenso, aunque también parece tener claro que Alemany y Mendoza defienden posturas difícilmente reconciliables. El Mallorca ha dejado claro durante las últimas semanas, incluso antes de alcanzar la final, que quiere jugar en Valencia o Barcelona, mientras que el Huelva defiende la candidatura de Sevilla y la presunta neutralidad de Madrid.
El presidente de la RFEF comunicó respecto a las posibles sedes que han recibido cuatro solicitudes: el Nuevo José Zorrilla (Valladolid), el Martínez Valero (Elche), el Estadio de La Cartuja (Sevilla) y el Olímpico de Montjuic (Barcelona). No obstante, precisó que «eso no quiere decir que se decida sobre uno de estos campos, sino que tenemos la posibilidad de decidir cualquier otro».«Vamos a escuchar a los clubes y a tenor de lo que digan decidiremos», sentenció. Villar destacó que la organización de la final de la Copa tiene «su complejidad y no es tan fácil» y por ello cree que será muy importante la reunión en la que escuchará a los responsables del Mallorca y del Recreativo de Huelva, en la que Alemany y Mendoza debatirán «dónde se puede celebrar esta competición», dijo.