Festival Park afronta el mayor desafío de su corta historia. El conjunto de Jesús Sánchez Jover debuta esta tarde (20 horas) en la Copa del Rey de voleibol, y lo hace ante el anfitrión de la competición, el EMI Pumarín Gijón. El equipo asturiano es uno de los más asequibles dentro del cuadro de una competición en la que Unicaja Almería es el rival a batir.
La Copa llega en un mal momento para los de Marratxí. Tres derrotas consecutivas en la Superliga les han apartado de los playoffs y han cerrado las puertas a una posible participación en competición europea, posibilidad que puede tomar fuerza si el cuadro balear accede a la gran final y se mide a uno de los pesos pesados de la competición.
Para esta cita, Festival Park dispone de todos sus argumentos. Manolo Carrasco está plenamente recuperado y se ha unido al grupo de trabajo, que ayer se ejercitó en el escenario del encuentro ante un EMI Pumarín Gijón que contará a su favor con un ambiente infernal y con el hecho de contar con uno de los jugadores más desequilibrantes de la Superliga Masculina. Juan Carlos Robles es la gran pesadilla de los rivales. El veterano central es el líder de un equipo que tiene en su contra la presión de jugar en casa y tener en ese punto su único sustento en vistas a alzarse con el primer gran título que puede disputar un Festival Park que quiere hacer historia en Asturias, llegar como mínimo a las semifinales, y evitar a los favoritos.