La presión que los negativos arbitrajes está ejerciendo sobre el vestuario del Real Mallorca es algo que inevitablemente circula por la cabeza de los jugadores. La designación de Esquinas Torres para el encuentro del sábado frente al Espanyol ha vuelto a encender la luz de alarma. Su devastador concurso en la ida de las semifinales de Copa aún es recordado en el seno de la plantilla mallorquinista.
Sobre una presumible persecución arbitral, algunos de los jugadores más representativos han querido referirse a la casualidad a la hora de encadenar una serie de decisiones esquivas y abiertas a la sospecha. Uno de ellos es Walter Pandiani, para el que «es bastante conocido que ultimamente tenemos problemas con los colegiados. Sus decisiones nos han perjudicado, pero no es una excusa para explicar las derrotas», comentó en sala de prensa el delantero uruguayo, que opta por «olvidar a los árbitros durante el partido, pese a que a medida que el partido avanza se producen errores que hacen que pierdas la concentración. Debemos evitar que este tema nos pase factura», añadió el punta.
A la vez, Pandiani destacó el seguimiento que padeció el pasado domingo ante el Athletic de Bilbao. «No me siento perseguido por los árbitros, pero en este último partido todo fue diferente. El colegiado me buscó para sacarme la cartulina, pero me controlé. Puede que todos los árbitros hablen entre ellos y comenten que Pandiani les da problemas, por lo que hay que estar callado y tranquilo a la vez», explicó un Pandiani que reconoce no padecer «ansiedad de gol».
Sobre la polémica cuestión arbitral también habló otro de los delantero, «Turu» Flores, quien no dudó en reseñar que «nos perjudicaron, pero no se puede pensar que lo hagan de mala fe, o se preocupen de hacerlo hacia un solo equipo. No creo que Esquinas Torres u otros árbitros se equivoquen de forma deliberada. El tema está zanjado por nuestra parte y solo hay que pensar en lo puramente futbolístico». Su estado físico ha generado dudas que le han condenado al ostracismo. Pero el jugador intenta llevarlo «de la mejor manera posible. Hay momentos díficiles, pero no hay que bajar los brazos aunque a veces cueste el doble trabajar». Flores debió entrenar durante un par de semanas en doble sesión tras las vacaciones navideñas para rebajar peso y adquirir el ritmo del grupo. «Ahora estoy bien y todos los minutos que me dé el entrenador serán bien recibidos. Todo lo que sea jugar hará que no me sienta un inútil en la plantilla», dijo el jugador, que sigue esperando una oportunidad que, pese a las bajas que padece el Mallorca ante el Espanyol, parece que no le va a llegar sobre la hierba del Lluís Companys.