El Real Mallorca ha entrado en una peligrosa espiral de resultados justo desde dos semanas antes de que se diera por terminada la primera vuelta del campeonato. La última victoria está localizada el doce de enero cuando, en Vallecas, los rojillos se impusieron por un gol a dos al Rayo. A partir de ahí ni una sola victoria más. Se ha empatado ante Recreativo (1-1), y Athletic (1-1) y se han perdido los partidos disputados ante Málaga (1-0), Valencia (1-0), Celta (0-2) y Atlético (2-1). La fría estadística se resume también destacando que, en esta segunda vuelta, el once balear todavía no ha ganado y el domingo se visita el campo de un equipo directamente implicado en el descenso, el Espanyol.
El frío capítulo numérico refleja también un dato casi tétrico y es que el equipo de Manzano ganó el último partido en Son Moix el pasado diez de noviembre cuando venció al Deportivo Alavés por tres goles a uno. De hecho el grupo balear es, junto al Rayo, el equipo que más puntos ha dejado escapar de Son Moix. En casa el Mallorca ha sumado 12 puntos, los mismos que el Rayo. El Recreativo, colista de la Liga, ha conseguido 13 y luego siguen ya equipos como el Espanyol, Valladolid, Villarreal o Sevilla, con 17. En el capítulo de goles, el equipo de Manzano ha marcado once en casa y junto al Sevilla es el menos finalizador en su estadio. Por contra, es el más goleado ya que ha recibido 21 goles. Le siguen Rayo y Recreativo, con 19. Respecto a los partidos, el conjunto bermellón, después de ganarle al Alavés se ha enfrentado a seis equipos más en Son Moix.
Tres de ellos han sacado un punto, Villarreal, Recreativo y Athletic Club mientras que los tres restantes han ganando, Real Madrid, Barcelona y Celta. Desde que se ganaran los tres puntos ante el once de Mané, los rojillos sólo han sumado tres más sobre dieciocho posibles, demasiada ventaja para unos rivales que estaban lejos y que ahora han acortado distancias. La pérdida de tantos puntos ha reducido las distancias entre los equipos, aunque también es cierto que el Mallorca, ahora, está cerca de todo ya que el Barça está a dos puntos.
Las numerosas bajas, bien por lesión, o bien por sanción, han rebajado de forma importante el potencial del equipo balear. A las ausencias prolongadas de Olaizola y Nadal, hay que unir el resto de jugadores que han ido cayendo. David Cortés, Fernando Niño y un amplio abanico de futbolistas que han impedido en muchas ocasiones que Manzano haya podido echar mano de su once ideal. Las tarjetas rojas han sido una lacra, aunque ahí los principales culpables son los futbolistas que no han sabido medir el grado de peligrosidad de sus entradas y han sido expulsados continuamente.