Santiago Aparicio (Efe)|MELBOURNE
La permanente lucha que mantiene Monica Seles por retornar a la
cima que fue suya durante la década de los noventa volvió a dar la
espalda a la estadounidense y la obligó a precipitar su marcha del
Abierto de Australia, el último Grand Slam que ha pasado por alto
la laureada leyenda de la jugadora de Novi Sad. Víctima del tiempo
y de las lesiones, la actual número siete del mundo, dueña de nueve
títulos grandes, sucumbió al esfuerzo al que le sometió la checa
Klara Kukalova, procedente de la fase de clasificación agigantada
ante la proyección de su rival, carente de consistencia con la
estrechez de fuerzas (6-7, 7-5 y 6-3).
«He cometido numerosos errores, pero ése no es el asunto. Ella jugó muy bien y aprovechó la falta de firmeza en algunos puntos y lsa carencias físicas. Ya me he acostumbrado casi a jugar con dolores pero me cuesta mucho», comentó resignada la sexta favorita del Abierto de Australia, título que contempla en su palmarés en cuatro ocasiones.
La estadounidense de origen yugoslavo ha perdido otra oportunidad de retornar a la nobleza del deporte que la encumbró. Seles tenía camino libre hasta semifinales, donde presumiblemente se encontraría con Serena Williams. Kukalova, que se va a enfrentar a la estadounidense Meghann Shaughnessy, piensa aprovechar la circunstancia.