Puestos a elegir un escenario para reorganizarse, San Sebastián es el idóneo. Lo es porque el equipo de Denoueix es el único que maneja una hoja de servicios sin tachones "todavía no ha perdido ningún partido", porque es el líder y porque el Barça está a la vuelta de la esquina. Con todo, el encuentro de esta tarde tiene un cierto aroma a partidazo; que si una carrera de Riera, que si un zurdazo de De Pedro, que si una zancada de Etoo, ahora un escorzo de Kovacevic. Con vidas paralelas en las últimas dos temporadas (el año pasado ambos intercambiaron golpes para evitar el descenso y ahora juegan a ganar) Mallorca y Real Sociedad prometen un encuentro de ida y vuelta, sin tregua.
Al menos eso invita a pensar las trayectorias de uno y otro, con dibujo similar hasta ahora. Los donostiarras han dejado de ser ese equipo que convivía con la miseria para pasar a la acción, y el conjunto mallorquín ha firmado un inicio de curso galáctico. Con todo, el Mallorca llega al partido algo malherido, porque el eje de su defensa se ha roto y porque ha tenido que improvisar un lateral derecho. Además, su principal arma en ataque no juega y Manzano se ha visto obligado a improvisar.
Ha acelerado el proceso de recuperación de Lussenhoff y ha rescatado el diseño de los primeros partidos, con dos hombres en el círculo central (Marcos y Lozano) y una referencia en punta (Etoo). Así, el equipo se entrega a la inspiración de Ariel Ibagaza y la puntería del delantero camerunés, que ha visto puerta en las últimas entregas. Al otro lado, la Real Sociedad va a ofrecer un catálogo de buenas maneras, porque recupera a Xabi Alonso y porque Karpin, Nihat, Kovacevic y De Pedro son una amenaza. Los blanquiazules han salido indemnes de Chamartín, empataron contra el Deportivo y zarandearon al Barça, algo que delata su extraordinario potencial. Su juego por los flancos es una garantía y tiene un amplio ramillete de recursos en ataque.