Gregorio Manzano ha cumplido sus primeros 100 días dirigiendo al Mallorca en competiciones oficiales. El técnico de Bailén se estrenó el 1 de septiembre en el banquillo mallorquinista y, tres meses después, su trayectoria sólo presenta picos de rendimiento. El equipo es quinto, se ha manejado con una extraordinaria solvencia en el torneo de Liga y sigue vivo en la Copa del Rey, donde ya ha accedido a los octavos de final tras apear a Gramanet y Hércules. El balance es muy positivo.
Manzano se puso manos a la obra el pasado 4 de junio, cuando fue presentado en Son Moix como el nuevo dueño del vestuario bermellón. Sin embargo, fue el primer día de septiembre cuando empezó a ejercer de forma oficial en el banquillo, coincidiendo con la visita del Valencia en el estreno liguero. El preparador de Bailén sufrió un duro encontronazo en su puesta de largo, ya que los isleños perdieron ante el campeón de Liga (0-2). El Mallorca encadenó dos derrotas más -Celta y Atlético- y la temporada empezaba a tener mala pinta.
Sin embargo, Gregorio Manzano recuperó la sonrisa en Bilbao el 29 de septiembre, coincidiendo con el primer triunfo balear (0-2). A partir de ese momento el conjunto mallorquín engarzó victoria tras victoria, destacando el partido en Madrid ante el Betis el 20 de octubre (0-1). Los rojillos dinamitaban todos los registros superando el 10 de noviembre al Alavés en Ciutat (seis triunfos consecutivos) y empezaban a convertirse en una alternativa válida a la hegemonía de los grandes.
El 1 de diciembre, el Mallorca empataba en Riazor en un partido inolvidable en el que remontó jugando en inferioridad numérica. Entre tanto, victoria en la ciudad deportiva del Espanyol ante el Gramenet (0-1) y agónico triunfo en la tanda de penaltis en el Rico Pérez de Alicante en la Copa (0-0). La última cita mallorquinista ha sido ante el Real Madrid, en un encuentro que cerró una racha de nueve partidos sin perder en Liga (1-5). El campeón de la Intercontinental pasó el rodillo y devolvió al Mallorca a la realidad.