No puede disimular su elegancia ni vestida con el chandal de la selección nacional y continúa complementando con grandes dosis de simpatía su timidez. Le cuesta posar ante los medios, pero en competición es un seguro.
Cuando Elena Gómez hizo las maletas y se trasladó a Madrid su sueño era ser olímpica. Después de conocer el resultado del Campeonato del Mundo por aparatos la meta se ha convertido en mucho más ambiciosa. La gimnasta mallorquina hay que «ir paso a paso», pero confirma que «mi gran meta son los Juegos Olímpicos».
Caer eliminada en las semifinales de barra de equilibrios pudo suponer un duro mazazo para el concurso de Elena Gómez en el Mundial. La mallorquina confirmó que «esperaba clasificarme para la final», pero no podía permitir que el noveno puesto le arrebatara sus ilusiones en suelo. «No podía pensar que había fallado porque me hubiera costado también la eliminación en suelo. Había que olvidarse y concentrarse únicamente en este aparato».
La concentración de la mallorquina fue excelente y su ejercicio en suelo, sobresaliente. «Hasta el último momento no sabes cuál va a ser el resultado. En la segunda diagonal me había quedado un poco corta para atrás, pero el tiempo de espera de la nota fue cuando más nervios sufrí» comenta Elena Gómez. La gimnasta mallorquina asegura que «no ví cuando la jueza le levantaba el pulgar a Jesús Carballo, pero cuando ví la nota sentí una gran alegría. Era el premio a tantos años de trabajo y de lucha diaria». Elena Gómez comentó que «no recuerdo lo que hice ni las gimnastas que me saludaron».