EFE-GINEBRA
El encuentro que mida al Milán y el Real Madrid será el
enfrentamiento «estrella» de una segunda fase de la Liga de
Campeones en que cada club tiene motivos para ser prudente. El
sorteo, dirigido por las directrices que impone la UEFA, que impide
enfrentamientos entre equipos del mismo país y que se repitan
partidos de la primera fase, volvió a constatar que ésta es,
probablemente, la mejor Copa de Europa en la larga historia de la
competición.
Hay pocas ausencias, como la del Bayern y el Liverpool, las más destacadas, y en cada jornada habrá algún encuentro que podría considerarse una final anticipada, porque ninguno puede reclamar para sí el tópico de «grupo de la muerte». El grupo C, que agrupa a tres Campeones de Europa (Real Madrid, Milán y Borussia Dortmund), más el incómodo desplazamiento a Moscú para medirse al Lokomotiv, podría considerarse el más fuerte, pero el Deportivo tampoco debiera sentirse muy satisfecho, tras quedar encuadrado junto a otros dos campeones continentales (Manchester y Juventus) y el equipo revelación de la temporada, el Basilea.
El Barcelona, en el grupo A, queda alerta con la presencia del Inter de Milán de Héctor Cúper, el técnico que en su etapa en el Valencia llegó a desquiciar al holandés Louis van Gaal. La plusmarca del conjunto catalán, que ha ganado los seis partidos de la primera fase, queda en entredicho ante la visita del argentino Hernán Crespo, el sustituto de Ronaldo en el Inter, autor de ocho tantos en seis encuentros y buque insignia de los milanistas.
También regresa al Camp Nou el Bayer Leverkusen, un subcampeón europeo en horas bajas tras vender a Michael Ballack y al brasileño Zé Roberto, que ya cayó el año pasado en el estadio barcelonista pero que supo llegar más lejos en la competición, y el Newcastle de Bobby Robson, el último entrenador que le dio un título continental al club azulgrana, la Recopa de 1997. En el grupo B vuelven a cruzarse los destinos del Valencia y del Arsenal, como lo hicieran en los cuartos de final de la temporada 2000-2001.