La historia del clásico balear inclina la balanza de forma contundente hacia Maó. El undécimo encuentro entre Drac Inca y Coinga Menorca en LEB parece haber adquirido un tinte dramático para ambos conjuntos, aunque la figura de José Àngel Samaniego será la que más miradas concentre. Una derrota inquense forzaría la destitución automática del donostiarra y lanzaría nuevamente al grupo de Curro Segura, herido de muerte por el Universidad Complutense y que no puede dar más pasos en falso.
Los números hablan de cuatro derrotas mallorquinas en seis citas en el Palau, aunque es en la isla vecina donde mejor parece desenvolverse el necesitado Drac Inca, que en los dos últimos años se ha mostrado intratable en el Poliesportiu de Maó. El último precedente se saldó con una exhibición en el Palau de Paco Rueda y un patinazo del conjunto entonces dirigido por José Luis Oliete, que dio un paso atrás en vistas a evitar un play-off de descenso que al final no se cruzó en su camino.
Pero en el devenir del clásico balear de la LEB hay un rincón para la polémica. El encuentro disputado en Inca, correspondiente a la temporada 2000/2001 vivió dos capítulos diametralmente opuestos. En la cita oficial, el cuadro de Abós fue sonrojado por los mahoneses, pero un error en el acta forzó la repetición de un choque que cayó del lado local en lo que supone la última victoria de los hombres de es Raiguer ante su ya incansable parroquia.