Si hay un icono en el proceso de rehabilitación que sigue el Mallorca ese es Harold Lozano. Nadie como el colombiano ilustra la mejoría del equipo, porque existe un paralelismo evidente entre la evolución de su juego y el del conjunto balear. «Cada día me siento mejor en el grupo; estoy llegando bien a los partidos y espero que el equipo pueda seguir la buena racha que lleva», explicó ayer el centrocampista.
La llegada al equipo de Ibagaza y el cambio de dibujo de Gregorio Manzano le han dejado como la principal referencia en el círculo central, algo que ha agradecido firmando un par de partidos a un nivel extraordinario: «Ya dije que con trabajo y rodaje este equipo iba a ser muy sólido. El ambiente ahora es más bonito y todos estamos mucho más tranquilos. Hemos aprendido a manejar la ansiedad», agregaba el futbolista.
Lozano regresa a Valladolid, el escenario que le encumbró como futbolista. Para el jugador colombiano será «un partido especial porque jugué allí seis años». Sin embargo, el futbolista rojillo sólo piensa en el triunfo y apunta que «espero que el equipo se comporte a la altura y saque un buen resultado. El Valladolid es un conjunto que corre mucho y que combina muy bien la veteranía y la juventud, pero nosotros tenemos nuestras armas.
Son muy irregulares, porque son capaces de ganarle a un equipo grande y luego perder partidos en que parecía imposible, por lo que habrá que jugar con las mismas ganas que en los últimos encuentros. Creo que nosotros tenemos más calidad», sentenciaba el jugador bermellón. Lozano dijo haber «dejado atrás» sus problemas físicos y espera «cambiar la historia» que explica la dificultad que tiene el Mallorca para ganar en Pucela.