EFE-LA CORUÑA
El Deportivo se juega en Riazor su clasificación para la segunda
fase de Liga de Campeones ante un Bayern de Múnich agonizante y al
que sólo un milagro podría salvarle de quedar eliminado en la
máxima competición europea. Los de Javier Irureta, que dependen de
si mismos, se complicaron mucho el pase a la siguiente ronda tras
salir derrotados del campo de Lens y ahora necesitan imperiosamente
la victoria ante el conjunto teutón. Lo cierto es que una victoria
le pondría la clasificación muy de cara, al tiempo que eliminaría
al Bayern de esa lucha por estar en la segunda fase, algo
inédito.
Es más, si el Dépor se impone al Bayern y el Lens no pasa del empate ante el Milán estaría matemáticamente en la siguiente ronda. Por contra, un empate, que también significaría la eliminación de los alemanes, no les bastaría para lograr el pase matemático y todo quedaría a expensas del último encuentro contra el Milán. Las combinaciones son múltiples porque los deportivistas podrían permitirse el lujo incluso de no puntuar en los dos partidos que le quedan y aun así pasar a la siguiente fase con tan sólo seis puntos, eso sí, siempre y cuando el Lens caiga derrotado ante el Milán y no pasara del empate en la última jornada contra el Bayern.
Paradójicamente, los deportivistas podrían sumar cuatro puntos en estas dos jornadas y aun así quedar eliminados, en el caso de que el Lens venciera en los dos encuentros y el Deportivo no sumasen su victoria -ante Bayern o Milán- por cuatro goles, porque el enfrentamiento particular está igualado con los franceses pero el general es favorable a éstos. Javier Irureta situará por tercera vez consecutiva en la media punta al capitán Fran que se está acomodando a esa posición y con sus asistencias el equipo vuelve a recuperar su juego ofensivo con el holandés Roy Makaay en plan matador.