EFE-HOUSTON
El mejor baloncesto del mundo, el de la NBA, está a las puertas del
comienzo de una nueva temporada y al margen de los cambios
introducidos sobre la utilización del vídeo para ver las jugadas
polémicas, el gran aliciente es saber si hay algún equipo que pueda
vencer al tricampeón Los Angeles Lakers. La presencia del pívot
Shaquille O'Neal, confiado en que tendrá una recuperación completa
del pie derecho, que tantos problemas le generó el año pasado, y
del escolta Kobe Bryant, que ha llegado con siete kilogramos más de
peso y mayor envergadura muscular, hace que los Lakers salgan como
grandes favoritos a revalidar el título y en el resto del país se
escuche con más fuerza que nunca «Beat L-A, Beat L-A».
Los Lakers lo saben y también que muchos se cuestionan que sean el mejor equipo, a pesar de haber ganado tres títulos consecutivos de liga, por todo lo que sucedió en las finales de la Conferencia Oeste, en que ganaron por 4-3 a los Kings de Sacramento. El factor O'Neal volverá a ser el decisivo para los Lakers, no hay entrenador en la NBA que no diga que los Lakers son el equipo a batir, no por su juego de conjunto, sino porque no existe el hombre individual que pueda marcar con garantía al pívot ni un sistema de defensa para frenarlo.