Unos días después de competir en la final de Ironman, la competición más importante del mundo de triatlón, Miquel Capó evidenció su superioridad en el trayecto entre Palma y Calvià y se erigió en el vencedor de la novena edición de la media maratón. En féminas, la exhibición la protagonizó Melina Sagrera.
Con el pelo teñido de color lila "participar en la final del Ironman bien merece alguna locura" Miquel Capó afrontaba la novena edición de la Media Maratón Palma-Calvià con el objetivo de reencontrarse con la victoria. En Hawai sufrió en el mar y lo acusó durante toda la prueba, pero ayer sólo había carretera.
El estatus de los corredores sigue siendo importante en una carrera y los participantes entendieron que ayer sólo se podía aspirar a quedar por detrás de Miquel Capó. Desde que se diera la salida se situó al frente del grupo de elegidos y marcó un fuerte ritmo que provocaba un goteo constante de bajas.
En el kilómetro cinco de carrera sólo dos corredores conseguían seguir al atleta pobler. Youssef Benhnina y Cirilo Jiménez mantenían el empuje de Capó, pero el primero no tardó en quedarse descolgado.
Miquel Capó parecía no querer realizar los más de trece kilómetros que quedaban por delante y en el kilómetro nueve se quedó a esperar a Cirilo Jiménez. Pero el compañero de equipo (ADA Calvià) de Capó no podía mantener el ritmo y no tardó en dejar solo al competidor en la final de Ironman.
Las piernas de Miquel Capó parecían no haber competido en el triatlón más importante del mundo y no desfallecieron hasta llegar al polideportivo de Magaluf. Capó cruzaba la línea de meta como el vencedor absoluto con una marca de 1.11.45.