El presidente del Real Mallorca, Mateo Alemany, invitó a reflexionar sobre lo que, a su juicio, es la mayor paradoja del fútbol actual: mientras los clubes son prácticamente empresas en bancarrota, sus principales trabajadores "los jugadores" están retribuidos de manera cada vez más generosa. Alemany, que intervino en el Congreso Nacional de Derecho y Economía del Deporte, inaugurado ayer en Madrid, aseguró que «algo pasa cuando las empresas están en situación crítica y los jugadores han visto crecer su sueldo medio en los últimos diez años en un mil por cien», comentó.
Consideró también que el origen de esta paradoja está en que el fútbol «es el único sector empresarial en el que se trabaja para hundir al otro, para que el contrario baje a Segunda o quede fuera de Europa». «Un club puede estar bien gestionado y descender de categoría, lo que supone en la práctica la quiebra de su economía», añadió. Por ello, el presidente del Mallorca indicó que «en lo único en lo que un club no puede equivocarse es en los fichajes».
Esta responsabilidad no debe estar, en su opinión, en manos del entrenador del equipo, «un trabajador eventual que piensa a corto plazo», sino en un secretario técnico o director general al que no debe bastarle «haber sido jugador o entrenador», sino tener «una formación universitaria relacionada con la economía y la empresa».
En la inauguración del congreso, la ministra de Educación, Cultura y Deporte, Pilar del Castillo, señaló que «el futuro del deporte profesional depende de la acertada conjunción entre la competición y la gestión empresarial. La comercialización sin reglas deportivas puede comprometer la consideración que el deporte ha adquirido en la sociedad», indicó la ministra. Para Del Castillo, en las últimas décadas «se ha evidenciado la fragilidad de todo proyecto deportivo que soslaye sus grandes implicaciones económicas».