Juan M. Giménez
Una mallorquina, Mónica Calzetta y un menorquín, Paco Vallejo serán
los capitanes de los equipos masculino y femenino, respectivamente,
de España en las Olimpiadas de Ajedrez que se disputarán desde el
próximo día 25 en la localidad eslovena de Beld. Lo cierto es que
las posibilidades de las selecciones nacionales no son muchas, pero
el hecho de que dos jugadores de Balears estén al frente de las
mismas es ya un orgullo para este deportes en nuestras islas. Paco
Vallejo termina de hacer subcampeón de España, al perder al final
contra Shirov; mientras que Mónica se proclamó, una vez más,
campeona en la categoría femenina, además de conseguir la segunda
norma, de las tres que son necesarias, para el título de gran
maestro.
El menorquín que viajó a Menorca para descansar unos días y entrenar nos comentaba que «lo cierto es que no estoy muy satisfecho de mi participación en el Campeonato de España. Mi objetivo era ganar y el subcampeonato me sabe a poco. Lo cierto es que soy muy exigente y todo lo que no sea ganar lo considero casi como un fracaso. En la primera partida contra Shirov pude ganar y quizás todo hubiera sido diferente, en la segunda no tuve nada que hacer». «Lo cierto "añade Vallejo" es que a lo largo del campeonato no estuvo fino, sólo en el partido de semifinales me encontré cómodo y creo que jugue unas buenas partidas, pero en la final fallé y ante un oponente como Shirov no puedes dar ningún tipo de ventajas».
Sobre la participación en las Olimpiadas Vallejo es bastante excéptico y sobre todo claro «hay que olvidarse de las medallas, están muy lejos de nuestras posibilidades, si conseguimos estar por encima de los 20 primeros ya será un éxito. Lógicamente vamos con mucha ilusión, pero hay que tener los pues en el suelo y ser consciente de nuestras posibilidades». «La disolución de la antigua Unión Soviética "comenta Vallejo" nos ha perjudicado, pues antes todos competían bajo la misma bandera y ahora se han formado selecciones con un potencial realmente fuerte, además otros países de Europa realizan una mejor promoción con ayudas económicas que hacen que este deporte esté a un gran nivel, de ahí que nuestras opciones se reduzcan al máximo, aunque siempre hay que esperar lo mejor y darlo todo en cada partida».
Si Paco era excéptico sobre las posibilidades del combinado masculino, Mónica era algo más optimista, aunque también sabe de la dificultad a la hora de conseguir medallas. «Es difícil entrar en la lucha por las medallas pues hay equipos muy competitivos, de todas formas nosotros a diferencia de los hombres hemos conseguido en una ocasión ganar al equipo de Rusia en el año 99. De todas formas cada competición es distinta y es bien cierto que pensar en las medallas es sólo una quimera, aunque para el equipo femenino puede ser más fácil que para el masculino, aunque al igual que ocurre con los hombres los conjuntos de la distintas repúblicas ex soviéticas tienen un fuerte potencial. De todas formas hay que luchar por firmar la mejor participación posible dentro de nuestras posibilidades».
Pero si las Olimpiadas no se presentan todo lo bien que era de esperar para el equipo español si es bien cierto que el futuro de la jugadora mallorquina es muy prometedor, pues recientemente ha conseguido la segunda norma en su camino hacía el título de gran maestro «estoy muy feliz por lo conseguido, así como por el título de campeona de España, espero seguir trabajando y entrenando duro para conseguir la tercera norma que me falta y así poder llegar a ser gran maestro, es mi objetivo más inmediato, estoy muy cerca de uno de mis grandes objetivos y debo seguir entrenando duro para conseguirlo lo más pronto posible».
Para Mónica es «un orgullo liderar el equipo español, es más el hecho de que dos jugadores de las islas seamos los números uno de cada equipo es importante para nosotros y para los aficionados de nuestra tierra. Yo estoy ilusionada con esta participación ya que puedo tener la oportunidad de conseguir la tercera norma, serán partidas muy duras ante grandes jugadoras», añadio Mónica.