El grupo XI de Tercera comienza a establecer sus primeras diferencias importantes y una vez consumidas siete jornadas los favoritos se han quedado solos. El último capítulo liguero ha significado el primer punto de inflexión del calendario y además de despejarse algunas incógnitas, ha quedado claro que los dos proyectos con mejor pinta del Campeonato, Constància y Vilafranca, no han errado en su elección. De hecho, las cifras que presentan ambos equipos hasta el momento son idénticas y reflejan una igualdad absoluta en todos los apartados. Ambos siguen sin conocer la derrota, suman diecisiete puntos, otros tantos goles a favor y cinco en contra. Son las vidas paralelas de los dos principales candidatos a conquistar el título.
Los inquenses dejaron huella a su paso por Manacor y brindaron junto a los rojiblancos un bonito espectáculo al que solo faltaron los goles. Mientras tanto, los de es Molí Nou se midieron con éxito al Binissalem en un duelo que debía dilucidar quien seguía la estela del líder y la respuesta que dieron los hombres de Sansó fue rotunda (2-0). A partir de ahora se abre un pulso muy equlibrado que el tiempo se encargará de resolver.
El Constància de Jaume Bauçà mantiene la línea de un bloque serio y bien afianzado que se mueve de manera cómoda en la categoría. Desde el primer compromiso ha dejado claro cual es su postura en la tabla y ha hecho del Nou Camp d'Inca su principal baluarte para consolidarse. En su terreno no ha cedido un solo punto y ya ha despachado a Montuïri (5-1), Sporting Maonès (2-1) y Sant Rafel (3-0). La participación ofensiva de Mendes unida a la experiencia de Ramón ha abanderado los registros del equipo.