Luis Flores no jugó limpio ayer en el Puig Major. El piloto valenciano le pegó una patada al libro de cortesía y fair play deportivo para adjudicarse el título de campeón de España en el grupo A. Una maniobra que roza la ilegalidad y la rotura del diferencial del Ford Escort Cosworth de Nadal Galiana impidieron que el mallorquín se coronara como el mejor piloto nacional. Quien no necesitó nada más que su talento fue Roberto Méndez que, a pesar de llegar a la Isla con el título en su poder, volvió a subir a lo más alto del cajón. El piloto leonés cierra la temporada tras imponerse en todas las pruebas del campeonato.
Más de veinte mil personas acudieron ayer al Puig Major para presenciar la última prueba del Campeonato de España de montaña y tercera prueba del Campeonato de Baleares. Los mejores pilotos nacionales y regionales mostraron sus mejores trazadas en el retorno al automovilismo de máximo nivel a Mallorca, nueve años después.
Roberto Méndez llegó a la Isla como el mejor piloto nacional. Ya tenía el título en su poder, pero afrontó la Pujada al Puig Major como si se tratara de la primera prueba. Aterrizó con una semana de antelación para preparar la competición y en las dos subidas puntuables evidenció su superioridad. Quería bajar el telón de la temporada con un nuevo éxito y cerró el Campeonato de España sumando ocho primeros en las ocho pruebas disputadas.
Si Méndez dejó claro ser un campeón y un caballero, habría que buscar otro calificativo para definir a Luis Flores. El piloto valenciano, con una transmisión rota, y conociendo que el grupo delantero del Ford Escort Cosworth de Nadal Galiana estaba averiado, mintió al mallorquín, haciéndole creer que sus mecánicos cambiaban la pieza defectuosa. Galiana pecó de ingenuo y decidió sustituir su grupo, a pesar de necesitar una marca récord para poder conseguirlo antes de que tuviera que estar en la línea de salida.
Flores, líder del grupo A con una breve ventaja sobre Galiana, tomó la salida con su transmisión rota. La avería imposibilitaba que el valenciano pudiera andar más que unos metros, pero aún así decidió no retirarse. En la segunda curva se vio obligado a abandonar. Galiana, que había cambiado su grupo, llegó a la línea de salida con treinta segundos de retraso y no pudo participar en la última cronometrada.
Luis Flores, amigo de Nadal Galiana durante toda la temporada,
se alzaba de este modo con el título.