Leonardo Àngel Biagini Bruzzese (13-4-77, Arroyo Seco, Argentina). La historia reciente del delantero del Mallorca ha estado asociada a quirófanos, enfermería y sesiones de recuperación. Aquella joya del fútbol sudamericano engendrada en Newell's y que llegó al Atlético de Madrid al amparo del Mundial sub 20 que conquistó con la selección de su país, ha vivido su último ciclo en el Mallorca castigado por las lesiones. Sólo esos encontronazos han conseguido frenar la trayectoria del atacante argentino, pero no han borrado su sonrisa: «Estoy animado, estas son cosas que suceden en el mundo del fútbol y hay que asumirlas», explicaba ayer tras sufrir un esguince de tobillo durante el calentamiento previo al encuentro ante la Gramenet.
Desde 1999 le han sacudido las pubalgias y las contracturas. Leo Biagini fue intervenido en Madrid de sus problemas en el pubis justo ese año, pero tuvo que volver a ser explorado poco después para corregir las molestias que todavía arrastraba. Cumplía su mejor etapa en el Mallorca, porque había conseguido 11 goles la temporada anterior. Fue el principio del fin, porque en el 2000 apenas pisó la hierba y su participación en el equipo estuvo siempre condicionada por sus problemas físicos. Sufrió, por ejemplo, un traumatismo en el tobillo poco antes de viajar a Valencia (a finales de septiembre). Poco después, allá por enero de 2001 volvía a los entrenamientos después de tres meses de baja por una dolencia en el recto anterior de la pierna izquierda.
A pesar de los contratiempos, Leo Biagini prometió durante la pretemporada de la temporada 2001/02 que iba a ser «su» año, pero una contractura en el abductor le dejó fuera de servicio durante un buen puñado de jornadas.
Fue cedido el 8 de febrero de 2002 al Portsmouth inglés debido a su escasa cuota de participación en el equipo balear y regresó este año envuelto en interrogantes. La primera opción del club era ceder o traspasar al futbolista durante este verano, por lo que le advirtieron que, de lo contrario, podría quedarse sin número. Sin embargo, acabó en la plantilla (con el 6 en la espalda) y Manzano le dio la opción de jugar el pasado miércoles en la Copa.
Sin embargo, un accidente involuntario con su compañero Olaizola (chocaron en el calentamiento) le apartará otra vez de los escenarios. A pesar de que estará un mes de baja por el esguince en su tobillo, Biagini no se ha venido abajo, porque la hinchada no ha olvidado su fútbol.