La nueva junta directiva de la Asociación de Copropietarios del estadio Lluís Sitjar se presentó en sociedad sin haber podido formalizar el traspaso de poderes con el grupo encabezado por Miquel Contestí. Joan Aguiló toma el relevo del anterior mandatario rojillo, contando con el apoyo directo de Martí Mora, vicepresidente, Pau Vicens, secretario, y Joan Ramón, tesorero.
Para Aguiló y sus compañeros de junta, la oferta realizada por el Real Mallorca no es acorde con sus derechos. Canjear el título de propiedad a cambio de un pase gratuito a Son Moix por 62 años no entra en sus planes, y para ello están dispuestos a llegar hasta el final. Para exponer sus argumentos y verificar la composición de la propiedad, se ha convocado una asamblea general extraordinaria para el próximo tres de septiembre, a las 20 horas, en el salón de actos de la Banca March.
La restitución de sus derechos es la meta primordial, y para ello, se sustentan en el artículo trece de la escritura de propiedad del Lluís Sitjar, en el que se especifica que los copropietarios serán socios del Real Mallorca sin necesidad de abonar importe alguno, condición que desde la aparición de la SAD no se ha cumplido. Su disposición a entablar conversaciones con el club es total, dejando claro que este grupo no quiere perjudicar a la entidad de sus amores. «No tenemos nada contra ellos, al contrario. Estamos dispuestos a hablar, pero parece que se han cerrado desde un primer momento», explicó el nuevo presidente en su comparecencia ante los medios.
Ante las dudas surgidas, instan a los poseedores a no ceder sus títulos de propiedad y aguardar al nuevo encuentro para trazar públicamente la táctica a seguir. «No venderemos el Lluís Sitjar, queremos que siga utilizándose y que se mantengan nuestros derechos. Además, parece que Alemany hace planes dentro del campo sin contar con nosotros», manifestó Joan Aguiló, que calificó de «robo» el ofrecimiento realizado por parte del Real Mallorca, que desde diciembre les retiró los pases de la discordia. Las complicaciones han llevado a tomar determinaciones legales hacia la entidad bermellona, un proceso que puede alargarse en el tiempo, aspecto que no preocupa a la junta directiva, que está dispuesta a poner todos los medios para recuperar el terreno cedido.