El Real Mallorca intentará esta semana cerrar la contratación de Jorge Larena y, a su vez, hará lo posible para que el Deportivo A Coruña defina de una vez su postura y se posicione definitivamente respecto a la compra de Albert Luque.
Estas dos operaciones son prácticamente las últimas que realizará la entidad balear antes de que el uno de septiembre arranque oficialmente el próximo campeonato nacional de Liga.
En los dos casos todo indica que las negociaciones están muy avanzadas, principalmente en la compra de Jorge, centrocampista de Las Palmas. El acuerdo entre clubes es un hecho y el futbolista también ha cerrado su trato con la entidad mallorquinista. El contrato será por cinco temporadas y durante estas próximas horas el Mallorca intentará encontrar viabilidad económica a fin de entregar al club canario los cuatro millones de euros que solicitan por su jugador. Por otra parte, Gregorio Manzano continúa sin saber si definitivamente podrá contar o no con Albert Luque.
El Deportivo continúa tensando al máximo la situación y el Mallorca no cede lo más mínimo. Entre lo que uno está dispuesto a dar y lo que pide el otro hay diferencias, mínimas, pero todavía las hay. También existe un problema añadido: la forma de pago. El club balear quiere dinero en metálico y de inmediato y el Deportivo quiere fraccionar los pagos. Sin embargo, ambos puntos que parecían insalvables hace días, ahora no son handicaps insuperables pero es necesario que se produzca una situación determinante, la venta de uno de los delanteros del equipo coruñés. De no producirse esta circunstancia, será extremadamente complicado que el jugador recale en Riazor y entonces las miras deberán dirigirse hacia los grandes del fútbol extranjero.