La nueva perla de la cantera del Mallorca ya ha comenzado a ejercer entre la plantilla profesional. Después de una larga travesía por las categorías inferiores del club que le llevó a defender la pasada temporada los colores del Ferriolense en la Tercera Balear y posteriormente la del equipo filial en la categoría de bronce, Antoni Lluís Adrover «Tuni», se ha integrado a la perfección junto a sus compañeros del primer equipo y después de gozar de un buen puñado de minutos a lo largo de la pretemporada, su actuación en el Ramón de Carranza le ha confirmado como una alternativa más que fiable a la que puede recurrir Gregorio Manzano.
A nivel personal, el jugador está disfrutando de una experiencia increíble. «Todo ha sucedido muy de repente y no cabe duda de que estoy muy feliz con los partidos que he jugado en pretemporada tanto en Austria como en Alemania», apunta el jugador en referencia al stage que ha llevado a cabo con el equipo. Por el momento, quiere tener los pies en el suelo, pero emociones como la vivida tras conseguir un gol en el prestigioso torneo gaditano, le hacen experimentar unas sensaciones muy especiales. Y es que no en vano, el partido en la Tacita de plata es hasta el momento el más importante que ha disputado vistiendo la elástica rojilla.
«Conseguir el tanto ha sido una ilusión increíble, no me lo creía ni yo. El míster apostó fuerte por mí y por otros compañeros y solo introdujo a tres titulares del año pasado. Es una gran muestra de confianza por su parte». Pero a pesar de que su evolución en el club está trazando una marcada línea ascendente sus ilusiones pasan por poder debutar en Primera División este año e incrementar la nómina de futbolistas baleares que militan en la Liga de las Estrellas. Pero todo ello sin acarrear ningun tipo ansiedad, ya que como él mismo reconoce «todo llegará en su debido momento, porque en la actual plantilla bermellona hay una calidad enorme».
Para la prensa deportiva nacional tampoco ha pasado desapercibido su juego y ha sido una de las grandes sorpresas del verano futbolístico español dada su buena integración en el grupo. Le define un carácter tímido a la hora de expresarse que contrasta con la soltura con la que se mueve en el interior del terreno de juego. Mantiene la mirada respetuosa hacia las consideradas como «vacas sagradas» del vestuario y forma una piña junto a Albert Riera, Julián Robles o Buades, que nunca se separan de él en los momentos más relajados de las concentraciones. Otros miembros destacados de la plantilla como «Chichi» Soler o Miquel Àngel Nadal también mantienen una buena relación con el canterano al que no dudan en aconsejar.
En su localidad natal, Sóller, todo los vecinos están prestando una atención muy especial a su trayectoria y el pueblo entero está volcado con su fútbol de clase y plagado de atrevimiento.