La recesión pasa factura a un mercado estival cargado de tensión y falta de movimientos. A expensas de que Ronaldo protagonice el traspaso del verano, tan sólo Barccelona y Atlético de Madrid han movido ficha. Riquelme y la legión milanista aterrizada en el Calderón encabezan el particular y rácano Top Ten. La carencia de liquidez y la nulidad de movimientos "hecho más que llamativo tras un Mundial" hacen del capítulo de altas un auténtico solar en el que tienen cabida los más modestos. No en vano, jugadores de Segunda y Segunda B tendrán su oportunidad merced a una crisis que marca el devenir de un curso en el que la negociación por los derechos de televisión, cuya vigencia llega a su punto y final el próximo 30 de junio, va a hacer correr ríos de tinta entre unos mandatarios a los que el crédito se les ha ido agotando.
El balompié continental también padece este síndrome que ha puesto en cuestión el método de trabajo y la gestión llevada a cabo desde los despachos, y este síndrome no ha pasado de largo por Son Moix, donde se ha echado mano de la imaginación para reforzar una plantilla mermada por la edad y en la que las ausencias se pueden contar con los dedos de una mano. Roa, Engonga y Siviero agotaron su ciclo, mientras que Veljko Paunovic y Roberto Losada no llegaron a una entente con la entidad por diferentes motivos. Todos se marcharon sin reportar beneficio alguno al Real Mallorca.
Ante la falta de liquidez que ha venido acuciando a las arcas mallorquinistas, y que ha llevado a forzar el pago de las deudas con la plantilla hasta el último instante, el equipo de trabajo encabezado por Mateu Alemany y Pep Bonet "siempre con el visto bueno del Grupo Z" se ha visto obligado a exprimir el mercado y hacer valer el olfato que llevó al Real Mallorca a firmar operaciones de la magnitud de las realizadas con jóvenes jugadores tales como Dani García, Diego Tristán o Lauren Bissan.
Manteniendo la base del mejor bloque de la historia bermellona, la apuesta de futuro parece ser la orden de vuelo marcada. Si dejamos al margen el caso de Harold Lozano, los ejemplos de Poli y David Cortés vienen a reconfimar la táctica a seguir. Ante la carga de partidos y la veteranía de los Miquel Soler y Olaizola, se ha buscado la vía pacense. El Extremadura ha oxigenado en edad los carriles a un precio prácticamente de saldo tiempo atrás. Poli llegó a la isla con la carta de libertad, encontrando en el Real Mallorca una buena oportunidad para demostrar su valía entre los mejores tras un amargo descenso a Segunda B con el Extremadura.