José Domènech Riera, presidente del Comité Balear de Àrbitros, calificó ayer a Tomeu Munar Gelabert, responsable del área de capacitación y persona elegida por la Federación balear para sustituirle al frente del colectivo arbitral, de «sinvergüenza» y aseguró que «si tenía ganas de ocupar mi silla, que me lo hubiera dicho». El todavía máximo mandatario del Comité explicó que estaba «muy molesto» con Borrás del Barrio porque «yo nunca dije que dejaba el cargo. Manifesté que la temporada finalizaba el día 19 y que luego Dios diría, pero no que pensaba en dejar el Comité. De todas formas, veo que él ya ha hablado con Munar y él es el jefe. Si quiere que me eche, allá él», significó el presidente.
Domènech comentó que piensa hablar con Munar «porque es miembro de mi junta directiva» y que el próximo lunes anunciará «la decisión que he adoptado. No lo haré el viernes porque es el Día del Àrbitro y quiero que sea una fiesta, no un funeral. Todavía no he tomado ninguna determinación», agregó el presidente.
Sobre el malestar que existe en el Comité Nacional de Àrbitros tras las declaraciones que realizó Domènech el pasado jueves, el mandatario explicaba que «no es cierto. He conversado con Victoriano Sánchez Arminio y con el resto de miembros y me han asegurado que no están molestos. Sé que hice unas declaraciones cuando no ascendieron a mi hija que no debía haber realizado, pero no hay malestar en el Comité Nacional», concluía Domènech Riera.
Antonio Borrás del Barrio se reunió en la mañana de ayer con Domènech Riera en los locales de la Federación balear en un encuentro informal después de que apareciese el nombre de Munar Gelabert como sustituto del actual presidente del Comité. Domènech reiteró que en ningún momento había adelantado su marcha, a pesar de que Borrás le explicó que de sus palabras se desprendía un anuncio de despedida. Ahora todo está pendiente de las intenciones de Domènech y de la decisión de Borrás del Barrio.