Andratx y la escudería TR Balear recuperaron para el automovilismo balear la pujada Castell de Son Mas por novena vez no consecutiva. La prueba sigue sin hacerse un hueco entre las «carismáticas» del calendario de montaña regional, hecho probado por la baja inscripción lograda, tan sólo 54 vehículos, y una no muy numerosa asistencia de aficionados, aunque en mayor medida, eso sí, que durante las jornadas de entrenamiento.
La incertidumbre que a priori existía sobre el posible podio final, dadas las bajas numerosas y destacables entre los que lucharán por el título absoluto, sumada a los estupendos resultados que en los últimos tiempos logran los carrozados, se decantó del lado de los favoritos naturales, los monoplazas, en un terreno muy propicio.
Gaby Grau con su Merlin Alfa Romeo se impuso de forma clara en una subida a la que le tiene la medida tomada. Tras un año de «sequía» por lo incierto en su mecánica, al fin parece ser que encontró el camino.
Por otro lado, otra lucha tanto particular como por el podio se centraba en Kalenborn y Carasa, que terminaron copando los dos escalones restantes en ese mismo orden. Ambos quejosos con sus vehículos, Helmut por la mecánica y Fito por los reglajes de suspensión, que le hacían rebotar sobre la calzada en demasía.
A los dos pilotos mencionados anteriormente les siguieron en el mismo segundo, tan sólo separados por décimas, Toni Bauzá a los mandos de su fórmula Renault Alpha, cuarto en la general y tercero de grupo, y un estupendo Esteban Payeras a bordo de un Renault Clio Sport, que está demostrando sus cualidades carrera a carrera, esta vez venciendo entre los carrozados.