Isidoro Santos - ULSAN
Fernando Morientes, delantero del Real Madrid, fue el protagonista
del día en la concentración de la selección española en Ulsan, pero
le tocó asumir ese papel en contra de su voluntad y tuvo que
interpretarlo por culpa de una lesión. Morientes sufrió un esguince
en el tobillo derecho cuando sólo faltaban unos minutos para el
final del entrenamiento matutino del equipo de José Antonio
Camacho. La lesión, por fortuna para la selección española, no es
grave, según informó el médico Juan José Ramos.
«Es un esguince de grado uno (leve) en el ligamento lateral externo del tobillo y, en principio, no parece grave», señaló el doctor Ramos, que confía incluso en que el delantero madridista pueda estar a disposición de Camacho para el partido del 2 de junio ante Eslovenia. Pese a su optimismo, el propio Juan José Ramós subrayó que habrá que esperar 24 o 48 horas para comprobar la evolución de la lesión de Morientes y saber si estará en condiciones de jugar el domingo. El percance de Morientes fue lo negativo de un entrenamiento matinal de poco más de una hora en el que Camacho, igual que sucedió el lunes, hizo especial hincapié en el aspecto físico.
Carlos Lorenzana, el preparador físico de la selección, hizo emplearse a fondo a los internacionales españoles en un circuito que diseñó para que adquieran la «chispa» que Camacho ha echado en falta hasta ahora. Al término del entrenamiento matutino, las muestras de cansancio eran evidentes en los rostros de todos los futbolistas, que volvieron a ejercitarse por la tarde. La sesión de trabajo vespertina se prolongó durante una hora y cuarto, y fue un entrenamiento táctico. Camacho dividió a sus hombres en dos equipos, y los hizo enfrentarse por separado contra un conjunto juvenil de la Escuela Hyundai.
Si Morientes fue la cruz de la moneda este martes, la cara la representó David Albelda, que llegó a la concentración con una sobrecarga muscular en el pubis que le había impedido entrenarse al mismo ritmo que sus compañeros. El jugador del Valencia ya parece totalmente recuperado. Hizo el mismo trabajo físico que los demás y, por primera vez desde que está en Ulsan, participó con ellos en todos los ejercicios con balón. «Está casi a punto para tener el alta médica», informó el doctor Ramos. Santiago Cañizares, que se quedó fuera del Mundial a causa de un corte en un tendón de un pie pero que decidió viajar a Corea del Sur, comenzó a trabajar sobre el campo. Ya le han quitado varios puntos de sutura y pudo hacer algunos ejercicios en la banda, siempre tumbado para no apoyar el pie dañado, bajo la atenta supervisión de Genaro Borrás, médico de la selección, y los fisioterapeutas.