Felipe Recuero - ITALIA
La octava etapa del Giro de Italia, la más larga, con 237
kilómetros, entre las ciudades de Capannori y Orvieto, tuvo dos
caras muy diferentes para el conjunto español Kelme Costa Blanca,
pues logró su primera victoria de etapa con Aitor González,
mientras que el joven Santiago Pérez terminó en un hospital de
Lucca, con leve traumatismo craneal, como consecuencia de una caída
en los primeros kilómetros.
Con este triunfo Aitor González pone fin a la mala suerte que estaban teniendo en la presente edición, pues habían acariciado la victoria en numerosas ocasiones, pero por unas circunstancias u otras se le había negado. El flamante ganador de la etapa, que demarró a falta de poco menos de un kilómetro, invirtió en el viaje 5 horas, 47 minutos y 54 segundos, cuatro segundos menos que los italianos Francesco Casagrande y Gilberto Simoni, vencedor en la pasada edición, que dieron tiempo al grupo principal en el que se encontraban lo primeros de la general que comanda el alemán Jens Heppner (Telekom).
Aitor González fue el más astuto y fuerte en el tramo final de la jornada, pues demostró sangre fría cuando comenzaron los tirones a pocos kilómetros de la línea de meta, y luego explotó bajo la pancarta que indica los últimos mil metros, en los que descargó sus piernas de ácido láctico para poner un ritmo endiablado al que nadie pudo responder. Se anotó así una importante y merecida victoria. Al margen del sensacional triunfo de Aitor González, el dopaje continúa acaparando el protagonismo en el Giro y en esta ocasión, en el control de firma, las novedades eran que el italiano Giuliano Figueras también está involucrado en el «caso Varriale» y que el también italiano Domenico Romano, desaparecido desde el pasado día 15, ha dado señales de vida y se entregará a la policía.
En lo meramente deportivo la jornada tuvo un comienzo bastante accidentado, pues cuando se llevaban tan sólo diez kilómetros se produjo una caída masiva y la peor parte se la llevó la joven promesa del ciclismo español Santiago Pérez (Kelme Costa Blanca). Tuvo que ser evacuado en ambulancia a un hospital de Lucca donde se le apreció leve traumatismo craneal y un fuerte golpe en la mandíbula, por lo que quedó ingresado en el centro. Numerosos ataques que no prosperaron, entre los que destaca el protagonizado por el ganador de la jornada anterior, el belga Rik Verbrugghe, aunque encontró rápida respuesta en el equipo Telekom del líder Jens Heppner.
La escapada del día llegó hacía el hito kilométrico 67, cuando se fueron los italianos Alessandro Petacchi, Massimo Strazzer y Fabrizio Guidi, corredores perdidos en la general y que, por consiguiente, contaron con el visto bueno del equipo del líder. Una fuga que sirvió para tranquilizar al pelotón, aunque el conjunto del líder la controló perfectamente y no dejó que la ventaja superara la media docena de minutos.