Isidoro Santos (Efe) - GLASGOW
Real Madrid y Bayer Leverkusen, dos equipos que han seguido vidas
paralelas esta temporada, lucharán por un triunfo balsámico en la
final de la Liga de Campeones para quitarse de encima el lastre de
decepciones con el que afrontan el duelo por la corona europea. El
equipo de Klaus Topmoeller perdió el sábado la final de la Copa de
su país ante el Schalke 04 (4-2). Al de Vicente Del Bosque le
sucedió lo mismo el 6 de marzo, con el agravante de que su derrota,
frente al Deportivo (2-1), se produjo en el Santiago Bernabéu, su
casa, el día que celebraba el centenario de su fundación.
El Bayer tuvo el título de la Bundesliga al alcance de la mano y lo perdió en la última jornada. Algo parecido le pasó al Real Madrid, que luchó por la Liga española casi hasta el final y tuvo que conformarse con el tercer peldaño del podio. Los dos se juegan la temporada en el Hampden Park, aunque da la sensación de que el Madrid tiene más que perder. Ha disputado once finales de la Copa de Europa, de las que ha ganado ocho, y se le da como vencedor ante un rival que se estrena como finalista en la competición de clubes más prestigiosa. El Real Madrid vive el año de su centenario con un amplio calendario de festejos y una derrota en Glasgow dejaría su cosecha de títulos de esta temporada reducida a la Supercopa de España que ganó el pasado verano.
Eso y nada sería casi lo mismo para todos los madridistas, que comenzaron la temporada convencidos del éxito deportivo de un club que fichó a Zinedine Zidane por 13.000 millones de pesetas (unos 78 millones de euros). El Real Madrid parte como favorito por prestigio, calidad y experiencia. Tiene, sin duda, mejores jugadores que el Bayer Leverkusen, pero el fútbol es un juego de equipo y el de Klaus Topmoeller funciona casi siempre como tal. Los precedentes también favorecen a los hombres de Vicente del Bosque. El Real Madrid y el Bayer Leverkusen se han enfrentado en cuatro ocasiones en la Liga de Campeones, con un balance de tres victorias madridistas y un empate.
En la temporada 97-98 dirimieron su primer duelo en los cuartos de final. El Real Madrid empató en terreno germano (0-0) y venció con autoridad en el Bernabéu (3-0). Volvieron a enfrentarse la pasada campaña, en la primera fase de la competición, con victorias del equipo español en Alemania (2-3) y Madrid (5-3). El Real Madrid, además, llega a la final con todas sus armas, mientras que el Bayer afronta el encuentro con dos ausencias muy importantes. Topmoeller no podrá contar con el defensa central Jens Nowotny, lesionado, y el centrocampista brasileño Zé Roberto, suspendido por acumulación de amonestaciones. Nowotny y Zé Roberto son dos piezas fundamentales en la maquinaria del equipo alemán, que también estará en inferioridad en el número de aficionados en las gradas. Sólo unos 7.000 hinchas del Bayer asistirán al partido.
El Real Madrid contará con el apoyo de unos 18.000 seguidores que viajan a Glasgow confiados en que los blancos volverán a España con su novena corona continental. Para conseguirlo deberán mejorar mucho sus actuaciones más recientes. El Real Madrid no ha marcado un solo gol en sus tres últimos compromisos de la Liga española y algunas de sus estrellas brillan menos de lo habitual, sobre todo Luis Figo, una pieza vital en el esquema de Del Bosque, que no parece el mismo desde que se lesionó un tobillo en febrero. Zidane, que ha sufrido problemas en una costilla, tampoco está en su mejor momento de forma, y lo mismo le sucede a Fernando Morientes. De la inspiración de Zidane y Figo dependerá en gran parte el éxito del Real Madrid en la final del miércoles, aunque Raúl, el jugador más decisivo del equipo, también tiene mucho que decir. Y el madrileño se crece en las citas importantes.