El director general de Política Interior y presidente de la Comisión Nacional Anti Violencia, José Ramón Onega, afirmó a Europa Press que el paquete de medidas que el ministro Mariano Rajoy planteará mañana en la reunión a los responsables de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para atajar la violencia en los estadios comprende «encontrar soluciones» para impedir el acceso de los violentos a los estadios, entre las que no se descarta el que deban acudir a comisaría para ver los partidos.
Onega afirmó que para fichar a los aficionados violentos su departamento dispone de un registro de las sanciones impuestas por las autoridades competentes según la cuantía de las mismas, pero reconoció «dificultades» a la hora de ponerlas en práctica, y en especial para impedir el acceso a los recintos. José Ramón Onega aseguró que para atajar la violencia en los eventos deportivos, «sería deseable revisar tanto el Código Penal como la Ley del Deporte», para que así algunas acciones tipificadas como faltas, tales como «invadir el campo» o colocar pancartas que inciten a la violencia, pasen a ser delitos. «Hay que ver si es conveniente agravar las sanciones en estos casos», recalcó.
Por otro lado, se refirió al posible cobijo que algunos clubes dan a los grupos violentos, y subrayó que no quiere pensar «que haya en España directivos a los que les venga bien la violencia». Además, destacó que lo que sí es cierto es que «algunos directos o personas importantes de los clubes, en el calor de la pasión, hacen declaraciones inconvenientes, que son tomadas al pie de la letra por las aficiones, y eso es lo que lleva a la violencia».
A su vez, se refirió a la presencia de símbolos nazis y banderas preconstitucionales en los campos de fútbol, que se exhiben para incitar a la violencia en un gran porcentaje de casos. «Esto hay que cortarlo», dijo rotundo. Respecto a conexiones entre ultras del fútbol con facciones nazis o de ultraderecha», Onega reconoció que aún no existen pruebas concluyentes de esta vinculación, aunque precisó que «la actuación de estos grupos se orienta a crear un estadio de violencia, de lucha permanente y protagonismo personal, y que es mucho menor la incidencia de su vinculación ideológica».