El Mallorca ha emergido justo cuando cualquier guión preestablecido le destinaba al infierno. Justo cuando el agua sobrepasaba la altura del cuello, el cuadro balear encontró una cuerda a la que agarrarse. Casi nunca un empate a cero acabó adoptando un valor de estas proporciones. Después del partido de Chamartín, la escuadra de Llompart observa su futuro más inmediato desde una nueva perspectiva. El suicidio canario ha burlado a las matemáticas y ha multiplicado el cero. El Mallorca ha recuperado la potestad para decidir; vuelve a ser juez de sí mismo y en cualquier cálculo de probabilidades sale muy bien parado.
El mismo día y casi a la misma hora que el Valencia se apropió del título de Liga, el Mallorca recuperó sus constantes vitales. El viernes debe corrobolarlo, pero incluso perdiendo con el Valladolid en Son Moix tiene opciones de quedarse en Primera. La pelea por la permanencia ha cobrado una nueva dimensión. Enterrado el Zaragoza (abandona la categoría después de 25 años) y con Villarreal, Real Sociedad, Rayo Vallecano y Osasuna fuera de peligro, la competición sirve un escenario donde Tenerife y Las Palmas parecen tener poco que decir. Las dos plazas que faltan para completar la nómina de descensos llevan sus nombres.
El cuadro de Javier Clemente Lázaro se ha aferrado a la última oportunidad que le brindaba la aritmética. Ganó en el feudo de Las Palmas (0-1) con un gol de Bruno Marioni, pero la lógica descubre que no será suficiente. De hecho, en su agónico y tormentoso camino hacia el purgatorio arrastrará a su vecino. Aunque remota, el Tenerife sigue manejando una opción para dibujar el milagro: debe ganar el viernes al Athletic de Bilbao y esperar que el Mallorca pierda y Las Palmas no sume más de un punto en Anoeta.
Dentro del abanico de supuestos, el Mallorca es el único equipo del trío que puede lograr la permanencia aun perdiendo, aunque para ello debería esperar un triunfo de la Real Sociedad ante Las Palmas y un empate o una derrota del Tenerife en el Heliodoro Rodríguez López. Un empate en Son Moix situaría la cuenta corriente en 41 puntos que podrían ser suficientes siempre y cuando Las Palmas empatara o perdiera en San Sebastián. No obstante, el camino más corto para el Mallorca es el de la victoria. Si supera al Valladolid, los canarios acompañarán al Zaragoza.