71 PAMESA VALENCIA: Rodilla (18), Luengo (6), Paraíso (9), Hopkins (20) y Alston (11) "cinco inicial" Millera (-), Schmidt (5) y Elson (4).
81 MONTEPASCHI SIENA: Stefanov (17), Gorenc (4), Zukauskas (2), Topic (14) y Chiacig (9) "cinco inicial"; Naumoski (23), Tolbert (8) y Bulatovic (4).
ÀRBITROS: Voreadis (Grecia) y Dovidavicius (Lituania). Eliminaron por cinco faltas personales Zukauskas (min. 32), Luengo (min. 36) y Alston (min. 39).
PARCIALES: 17-14, 14-22; 22-23 y 18-22.
Europa Press - FRANCIA
El Montepaschi Siena, guiado por un gran Naumoski, consiguió su primer entorchado internacional al vencer por 81-71 a un Pamesa que jugó sin cerebro durante muchos minutos y que siempre fue a remolque en la final. Los italianos, mucho más sólidos como equipo, estuvieron apoyados por el acierto de un Naumoski que con 23 puntos, con 5 triples, acabó por destrozar la blanda defensa de los azulejeros. El Pamesa se acercó 58-61 cuando aún faltaban casi ocho minutos para terminar pero la reacción no se culminó debido a la falta de ideas. El Pamesa dejó escapar de esta manera su segunda Copa Saporta ante otra conjunto italiano.
Los de Casimiro saltaron a la pista con la muñeca encogida, había nervios en los jugadores naranjas y su rival lo notó. El Montepaschi salió mucho más entonado y eso en una final es un plus para conseguir el éxito. Cuando peor estaba Pamesa apareció Rodilla, que con siete puntos consecutivos colocó a su equipo por delante en el marcador. El base le cambio la mala cara que tenía al encuentro. El entrenador del equipo rival, Ataman, reaccionó rápidamente y metió en la pista a Naumoski, con un Gorenc desaparecido. El cambio se notó porque el escolta con su juego y sus puntos volvió a meter en el choque a su equipo. Por aquel entonces los valencianos ya andaban un tanto atascados.
Naumoski, veterano donde los haya, se hecho el equipo a sus espaldas para iniciar la remontada. Además el base no encontró oposición en el conjunto rival y jugó a sus anchas. El resultado contundente, su equipo se marchó de diez puntos (26-36, min. 18). Casimiro no encontró un jugador en el banquillo para pararlo y metió a Millera con la intención de detenerlo, algo que nunca consiguió. El encuentro se reanudó con cinco puntos abajo para Pamesa pero el Montepaschi, lúcido, cosió a triples a un rival desarmado. Ni siquiera las cuartas faltas personales cometidas por Zukauskas y Chiacig hicieron que el equipo se resistiera.
El Pamesa, a pesar de ir siempre a remolque, no bajó la guardia y a falta de ocho minutos para acabar se situó a tres puntos (58-61). Sin embargo Naumoski se empeñó en que los valencianos perdieran su segunda final europea y le endosó dos triples casi consecutivos que colocaron el (60-69) que a la postre fue una losa demasiado grande que los de Casimiro no pudieron levantar el partido y terminaron perdiendo una oportunidad histórica de conseguir su primer título continental.