Cedric Pioline es ese dinosaurio indomable que sigue paseando su tenis por las pistas de todo el mundo. Relegado en la clasificación ATP (114) a puestos que no reflejan la facilidad con la que juega, el tenista francés mostró en la primera jornada del Mallorca Open el juego más estético. Pioline es simplemente tenis. Cedric Pioline es uno de los principales defensores de la ley del mínimo esfuerzo; esa norma que reza que si pones la pelota donde al contrario le hace más daño te ahorras esfuerzo. Con esta máxima el tenis francés ofreció en la central de Nova Sport un recital de aces, dejadas, golpes ganadores desde el fondo de la pista, voleas, contrapiés y un continuo cambio de los efectos (liftado y cortado).
José Acasuso se presentaba como un rival complicado. Se ha ganado el respeto en el circuito y ayer se mostró combativo. Pero Pioline parece que ha venido a Mallorca a hacer cosas importantes y sin concederle un metro a la línea de fondo le doblegó por 6-3, 6-7 y 6-4. Oliver Rochus y Agustín Calleri vencieron de forma antagónica. El belga superó al tercer cabeza de serie Sjeng Schalken por 6-2, 3-6 y 7-5, mientras que el argentino destrozó a Markus Hipfl por 6-0 y 6-1.
Balcells, Blanco, Montañés y Bachelot también consiguieron el pasaporte para los octavos de final del Mallorca Open tras vencer a Dupuis, Lee, Russell y Radic, respectivamente. El cartel de la pista central para la jornada de hoy es impresionante. Zabaleta-Portas, Hrbaty-Coria, Vicente-Gaudio, Kuerten-Davydenko y el dobles que enfrenta a Nadal-Salvá con Adams-Aspelin prometen espectáculo. El resto de enfrentamientos del cuadro individual serán Srichapan-Sánchez, Albert-Norman, Sa-Nieminen y Pless-Rochus.