El Real Betis dejó muy malherido al Real Mallorca en su camino hacia la Liga de Campeones al vencerlo por 1-3 en el estadio Son Moix, en un partido que se definió, prácticamente, en la primera parte con el gol de Benjamín y la expulsión del meta «rojillo» Leo Franco. El conjunto verdiblanco se tomó cumplida revancha de la derrota hace dos temporadas en este mismo escenario que le condenó al descenso. El Mallorca es, desde hoy, firme candidato a la Segunda división, ya que debe enfrentarse en las dos últimas jornadas al Real Madrid en el estadio Santiago Bernabéu y al Valladolid en Son Moix, con el añadido de que debe sumar un punto más que Las Palmas, que le supera en la estadística particular.
El equipo balear sufrió un duro golpe con el gol de Benjamín en el minuto 8, pero quedó mucho más maltrecho con la expulsión del meta Leo Franco (min. 23), en un instante clave del partido, y que le dejó no sólo en inferioridad numérica, sino que también totalmente a merced de su rival. Leo Franco abandonó el campo sin entender por qué el colegiado Carmona Méndez había decidido expulsarle. El meta argentino corría para sacar en su aérea con el balón controlado cuando Joao Tomas se interpuso en su camino. Franco forzó el saque y en su carrera derribó al jugador verdiblanco. El colegiado señaló la falta de Joao, pero le mostró la tarjeta roja directa al portero mallorquinista al entender que había agredido al futbolista bético, ante la ruidosa protesta de los aficionados locales. A partir de ahí, el Mallorca fue un caos durante varios minutos. La decisión de Kresic de sustituir al «Caño» Ibagaza por el segundo portero Miki soliviantó aún más al público, que no entendió por qué el técnico croata no prescindió de uno de los tres centrales con el objetivo de mantener intactas sus opciones ofensivas. El Betis se paseó a sus anchas, con un Denilson y un Benjamín espléndidos, pero no llegó a sentenciar en esos minutos de auténtico desconcierto en las filas baleares.
Los «rojillos» se fueron creciendo y con un gran desgaste físico lograron acercarse con peligro hasta la meta de Prats, como en el minuto 39, cuando Eto'o estrelló un balón en el larguero. Pero el Betis ya no dio más opciones, sus jugadores se pusieron el mono de trabajo y liquidaron la contienda en la segunda parte con goles de Joao Tomás y Amato, ante un Mallorca roto en todas sus líneas y que ve el fantasma del descenso cada vez más cerca.