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Champions League

El Olímpico vuelve a ser maldito para el Real Madrid

El Bayern remonta un marcador adverso ante un Real Madrid que pierde la opción de sentenciar la eliminatoria

2 BAYERN MÚNICH: Kahn, Sagnol, Kuffour, Robert Kovac, Lizarazu; Hargreaves, Jeremies, Effenberg, Paulo Sergio, Santa Cruz y Elber.
Cambios: Pizarro por Paulo Sergio; Salihamidzic por Sagnol y Nico Kovac por Jeremies.
1 REAL MADRID: César, Míchel Salgado, Hierro, Pavón, Roberto Carlos, Geremi, Helguera, Makelele, Solari, Zidane y Raúl.
Cambios: McManaman por Solari y Flavio Conceicao por Geremi.
ÀRBITRO: Hugh Dallas (ESC). Amonestó a Iván Helguera, Sagnol y Nico Kovac.
GOLES:
0-1. Minuto 11: Geremi recibe por la derecha, recorta hacia dentro y engancha un poderoso zurdazo que sorprende a Kahn.
1-1. Minuto 82: Effenberg recibe un balón solo dentro del área y cruza ante César.
2-1. Minuto 88: Pizarro recoge un balón en el área y supera por alto a César.

José Antonio Pascual (Efe) - MÚNICH
El rubio capitán del cuadro germano y el joven suramericano, que había saltado al campo en el segundo tiempo, se aprovecharon de dos de los pocos errores de la zaga madridista para mantener a su equipo con vida cuando había estado al borde del k.o. El Bayern, a falta de otros recursos, le echó el coraje necesario para encerrar al Real en los últimos minutos y viajar al Bernabéu con ventaja que es remontable por el conjunto español. Effenberg y Pizarro arrebataron parte de gloria al camerunés Geremi y a César. El primero, la gran sorpresa y apuesta de Vicente del Bosque en el equipo titular, marcó el tanto que podía haber significado el triunfo de su equipo, y el segundo paró un penalti e hizo otras acciones de mérito.

Mientras que Ottmar Hitzfeld recuperó -otra vez milagrosamente vuelve un lesionado- a Willy Sagnol, Del Bosque sorprendió a propios y extraños al introducir en el once inicial a Geremi. Con ello pretendía fortalecer la banda derecha para las incursiones del galo Lizarazu y darle equilibrio a la medular y a toda la faceta defensiva. Zidane quedó como media punta y Raúl como único delantero en detrimento de Morientes o Guti, los llamados en principio a ocupar dicha situación.

Una apuesta un tanto conservadora a la vista de que en esta reedición del ´clásico´ europeo la vuelta es en el Santiago Bernabéu y la misión era salir indemne de tan hostil escenario para el Real, que nunca había ganado en el Olímpico muniqués. Pero le salió tan bien que con ello maniató a un enemigo con pocas ideas en la medular y que fue el propio Geremi el que dio el primer disgusto a la afición bávara en el minuto once con un poderoso zurdazo que sorprendió a Oliver Kahn.

El Real Madrid se creció con el gol del camerunés. Dominó tácticamente el partido a su antojo. Zidane funcionó con libertad entre líneas, con autoridad y clase, y Solari desquició por su banda a Sagnol. Tanto controló el equipo de Del Bosque que incluso gozó de más ocasiones para haber sentenciado el partido y, quizás, la eliminatoria. El Bayern fue un manojo de nervios, de imprecisiones. Dos ilustres como Jeremies y Effenberg no llevaron convenientemente el juego de su equipo. Hargreaves trabajó como siempre, pero sin resultado, Paulo Sergio se cambió de banda en busca de más suerte, y Santa Cruz y Elber apenas recibieron con garantías para crear peligro. El público del Olímpico tardó 31 minutos en propinar la primera gran pitada a sus jugadores, porque el panorama era tan propicio para el Real Madrid como desalentador para el Bayern dada su inoperancia, y eso que Elber surgió a los 39 minutos.

En el segundo periodo "no le quedaba otra opción" salió con más ritmo y hasta mayor intensidad, pero no forzó la máquina hasta el final, después de que Zidane hubiera dado nuevas muestras de su categoría, y lo hizo cuando recurrió a su estilo de verdad y a Salihamidzic y Pizarro. Al técnico germano le salió la jugada a pedir de boca, porque tras un balón al larguero de Elber y el penalti parado por César a Effenberg la fuerte presión que ejercieron sus hombres encontró el premio en los goles del capitán y de Pizarro y castigó a un Real Madrid que mereció más durante casi 80 minutos, tanto que podía haber acabado con el maleficio del Olímpico, pero al final tuvo que salir otra vez derrotado, aunque con un resultado que espera remontar en el Bernabéu.

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